Nota de tapa: Alfita, cada vez más solo y más fuera de la carrera electoral

Por Pablo Batalla* de Diario Cuarto Poder / Estás nominado. Como si se tratara de un virtual paralelismo con el polémico personaje del reality, el intendente capitalino, Germán Alfaro, se está quedando muy atrás en la carrera electoral y encima, en soledad.

De Alfa a Alfita

Como le ocurriera al personaje del famoso reality, que se bancaba todas las nominaciones y salía airoso de las placas, pero después fue debilitándose hasta salir de la casa, el intendente Germán Alfaro se deshilacha en su intención de ser candidato a Gobernador.
Primero, porque en su espacio, hace tiempo que viene produciéndose una sangría de dirigentes que, en un principio, prefirió minimizar, pero que en los últimos días se ha profundizado y promete continuar.
Segundo, porque el acuerdo del binomio de Juntos por el Cambio (JxC) se halla más lejos que nunca y la cuerda se tensa en cada minuto que pasa. Alfaro está lejos de ceder ante Roberto Sánchez el primer asiento de la fórmula.

Una pulseada que nunca termina

Ya en noviembre de 2022, el ex intendente de Concepción y actual diputado nacional, Roberto Sánchez, hizo una jugada de presión al anunciar su candidatura a Gobernador, acompañado por Sebastián Murga, del Partido CREO, aliado de JxC.
Más recientemente el fuerte espaldarazo de la Unión Cívica Radical (UCR) a la candidatura de Sánchez como Gobernador, prosiguió molestando a la gente del “alfarismo”, espacio en el que también se cuenta a muchos radicales.
Ahora, Germán Alfaro, cansado de las chicanas, lanza su candidatura a Gobernador a través de su propio espacio, el Partido de la Justicia Social (PJS), con lo que eleva la apuesta en esta escalada que parece no tener fin.

Los plazos corren inexorablemente

Mientras se profundiza esta pulseada dentro de Juntos por el Cambio, se va cumpliendo el cronograma definido por la Junta Electoral Provincial, que en este momento se encuentra en la fase de exhibición de padrones para las elecciones generales.
Esta fase se extenderá hasta el 3 de marzo próximo, fecha en la que finaliza el reclamo de electores para modificaciones en el padrón provisorio. Tres días después se inscribirán las alianzas y frentes que se hayan conformado.
En tanto que el 14 de marzo vencerá el plazo para que las distintas agrupaciones políticas realicen elecciones internas cerradas para definir a sus candidatos. Si antes de esa fecha Alfaro y Sánchez no se ponen de acuerdo, irán a internas.

Los escenarios de “Alfita”

Ante estas circunstancias, el intendente Alfaro tiene varios hipotéticos escenarios. Negociar su lugar en la fórmula o salir por su propio partido y romper con Juntos por el Cambio. Consensuar el candidato a intendente o imponer a su esposa Beatriz Ávila.
En caso de integrar la fórmula, participar del triunfo o la derrota. Si gana, desempeñar su rol. Si pierde, quedarse cuatro años sin representación política y sin posibilidad de dar contención a las bases de su espacio.
Si integra la fórmula, optar también por una doble candidatura, quizás a legislador, para no perder demasiado poder y, si cede en las candidaturas a la Intendencia capitalina que impulsa, negociar para no quedar fuera del poder.

Fuera de la Casa

El actual escenario no es propicio para concretar ninguna de las hipótesis felices. Está más cerca de todas las opciones que tienen olor a derrota. Sus propios compañeros que se fueron del PJ para seguirlo, ahora lo abandonan.
Sus aliados circunstanciales de Juntos por el Cambio también lo están dejando, porque ya lo ven fuera de la Casa, que es la Intendencia capitalina. Muchos de ellos le guiñan el ojo a los “radicales puros”, pero no reciben respuesta. Se hicieron muy “alfaristas”.
Al igual que Alfa, que estaba seguro de tener que desarmar la valija, el intendente Alfaro cometió el pecado de sentirse seguro de su poder, un poder que se va apagando, como la llama de ese sueño de ser Gobernador 2023.

*Periodista, columnista de Política y Actualidad.

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