Las sospechas sobre una orden del senador nacional José Alperovich para que los votos de su espacio se trasladaran a Ricardo Bussi y a José Cano, en menor medida, ya causaron las primeras reacciones entre los referentes del interior que consideran una traición al justicialismo tucumano. Reuniones que analizan los pasos a seguir.

El rostro exultante del senador nacional José Alperovich en Casa de Gobierno, una vez conocido los resultados de las elecciones legislativas, es uno de los argumentos más escuchados por aquellos peronistas que sostienen que mandó a votar a sus seguidores por el bussismo o el canismo, con tal de perjudicar la performance de Osvaldo Jaldo, que de todos modos obtuvo un importante triunfo, pero que no pudo obtener las tres bancas de su lista. Otros, más metódicos, hicieron similares argumentaciones con los números en mano de cada lugar. Los alperovichistas jugaron al quedo, para mantener intactas las chances de Alperovich de sentarse de nuevo en el “Sillón de Lucas Córdoba”.


Las reacciones no tardaron en aparecer en formato de panfleto y pintadas que lo tildan de traidor. Se espera que haya más reacciones en los próximos días, en especial de referentes y militantes del Justicialismo.
Sin embargo, el gobernador Juan Manzur, no cree que haya habido traición. “Nuestro espacio político, el Frente Justicialista por Tucumán, hizo una gran elección. Una de las mejores elecciones en toda Argentina, ganamos por más de 15 puntos. Eso habla a las claras del acompañamiento del pueblo tucumano. Él forma parte de nuestro espacio político. Esas especulaciones no tienen ningún asidero”, remarcó.
Sin embargo, no es la misma opinión de otros dirigentes y militantes del Justicialismo, que ya comenzaron a reunirse para analizar los pasos a seguir. En esa proyección, el “alperovichismo” no tiene cabida, y menos la presidencia partidaria en manos de la esposa de Alperovich, Beatriz Rojkés.

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