Como en la canción de Bersuit Vergarabat. Ese parece ser el camino que debe seguir, de manera inexorable, la gestión del intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, en relación con el cobro ilegal del Tributo de Emergencia Municipal (TEM), que ya se encuentra vencido desde abril del 2015, pero que se sigue cobrando a los comerciantes de la “Ciudad Jardín”.

El apuro y la urgencia parecen ser el denominador común de la gestión de Mariano Campero cuando requiere justificar sus desajustes y mala administración, mientras que la lentitud y la desidia son las que dominan la actitud del intendente yerbabuenense a la hora de contestar los pedidos de informe que le formula el Concejo Deliberante, presidido por el radical Benjamín Zelaya.
Eso pareció ocurrir con el pedido de tratamiento urgente, que el Ejecutivo municipal le formuló al cuerpo deliberativo con respecto al Proyecto de Presupuesto General de Gastos y Cálculos de Recursos Año 2017, en función de un pedido realizado por el contador general del municipio Adolfo Haga. Entre las argumentaciones, señaló el pedido que se encuentran en ejecución saldos presupuestarios correspondientes a la prórroga del Presupuesto Municipal Año 2016 y el contador general observa exiguos saldos en la mayoría de las cuentas presupuestarias. Sin embargo, en ninguno de los casos se brindó un informe detallado, sino cifras generales, en las que figura el TEM, a pesar de haber caducado en 2015.
En la Cuenta de Inversión del ejercicio 2016, se presupuestó una recaudación por TEM de $76.697.929,04, mientras que se recaudaron $65.941.338,72. Mientras que en las Ejecuciones Presupuestarias de 2017 también se incluye el TEM, con una recaudación sólo en enero de este año de $8.045.569,42. Ello hace suponer que a la fecha, se deberían haber recaudado aproximadamente más de $80.000.000.
El problema es que en el Código Tributario vigente tampoco figura el TEM, por tratarse de un impuesto aprobado, por única vez, con vencimiento improrrogable a los cinco años de ser sancionado, lo que operó en abril de 2015. Ni el intendente Mariano Campero, ni su jefe de Gabinete, Manuel Courel, ni el concejal “camperista” Javier Jantus, pueden desconocer este aspecto esencial que genera una situación de ilegalidad preocupante en el cobro de las contribuciones que realizan los comerciantes de Yerba Buena.
Cabe recordar que, en consecuencia con esta situación de ilegalidad, los concejales de Yerba Buena, aprobaron por mayoría dejar sin efecto el decreto 1010, sancionado por el Ejecutivo municipal, debido a que las normativas vigentes establecen que es potestad sólo de los órganos legislativos fijar impuestos o tasas (ley provincial 5529, artículo 47 y artículo 25, inciso 8, además de la ordenanza 430 de la Municipalidad de Yerba Buena).
También los ediles, Benjamín Zelaya, Maximiliano García, Lucas Cerúsico, Héctor Aguirre, Pedro Albornoz Piossek y Walter Aráoz, realizaron una presentación judicial en este sentido.

Cobro compulsivo a los comerciantes
Lejos de reconocer el error, el intendente Mariano Campero y su equipo de trabajo continúan encaprichados con el cobro del TEM. Para ello se dieron instrucciones a la Dirección de Rentas Municipales, a través de la Oficina de Gestión y Mora, para avanzar en el cobro compulsivo de ese tributo vencido e inexistente y de la tasa que se cobra en concepto de Publicidad y Propaganda.

En las notificaciones se advierte a los contribuyentes que están expuestos al cobro mediante Juicio de Ejecución Fiscal. Por otra parte, trascendió que ya son varios los comerciantes que están siendo asesorados para realizar las presentaciones judiciales ante la ilegalidad de este tributo, que no tiene ningún instrumento legal que lo sostenga. La situación se complica y profundiza en una Yerba Buena en donde impera el capricho y la falta de explicaciones desde el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM).

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