La derrota de Cambiemos en Córdoba genera temores

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Temores | Por Pablo Batalla. Se abre la gran avenida del medio entre los electores que no quieren que siga Mauricio Macri ni que regrese Cristina Kirchner. Gana puntaje el Peronismo Federal y se posiciona la figura de Roberto Lavagna como símbolo de unidad.

Ese espacio alternativo puede generar alianzas con otros sectores críticos del macrismo. Juan Manzur tiene una excelente relación con Juan Schiaretti y lo felicitó por el aplastante triunfo.

Ocho rounds perdidos. Esos son los comicios en los que Cambiemos mordió el polvo de la derrota. La pelea es larga y tiene otras fechas que son importantes, como la del 9 de junio en Tucumán.

La fórmula peronista integrada por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo tendrá la misión de repetir el triunfo sobre la “ola amarilla”, aunque esta vez más debilitada que nunca.

El triunfo de Juan Schiaretti en Córdoba fue un durísimo golpe al hígado, aunque la campana le dio algo de oxígeno al macrismo, un aire que no sabemos si le alcanzará para la contienda más grande, que es la elección nacional de octubre próximo.

El candidato peronista finalmente se quedó con el 53,97%, mientras que sus rivales juntos, Mario Negri y Ramón Mestre, cosecharon 28,7%. La diferencia de 25,27% marca lo contundente del triunfo, que se potencia aún más con la obtención, después de 46 años, de la capital cordobesa.

Desde la Nación trataron de minimizar el impacto de la derrota con el argumento de que los resultados provinciales nada tienen que ver con las votaciones presidenciales.

El entorno de Macri se empecina en señalar que es el mejor candidato, pero ni ellos están convencidos de eso.

Es por ello que no llama la atención que se hable del “Plan V”, o sea de la candidatura de María Eugenia Vidal, quien mide más en la preferencia de la gente.

Su desgaste ha sido menor y su imagen es mejor que la de Macri y muchos preferirían que sea ella quien enfrente a Cristina, porque consideran que sería mejor rival que Roberto Lavagna, a quien las mediciones lo dan siempre ganador en segunda vuelta contra todos los rivales.

En Cambiemos toman nota, pero no lo admiten públicamente. Al contrario, hacen lo posible por minimizar el impacto del crecimiento de lo que se da en llamar la “avenida del centro”.

Ni siquiera los números de Tucumán, el nuevo round que se avecina, son reconocidos. El cuarto y cómodo puesto de su candidata, Silvia Elías de Pérez, los preocupa pero prefieren decir que es la mejor que tienen.

*Lic. en Comunicación Social

 

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