Escándalo tucumano: estatuas que caminan

Estatuas que caminan. A más de un mes y medio de la desaparición desde el Parque 9 de Julio de la estatua conocida como La Meditación, no hay avances en la investigación judicial, pero tampoco se dieron explicaciones claras desde el municipio capitalino.

Una de las hipótesis señala la connivencia con empleados municipales. El escándalo puso de relieve la falta de una política de conservación de ese patrimonio cultural.

Cuando uno es niño, una de las cosas que más nos llamaba la atención y era un deleite para nuestros ojos, era la magia. Cuántas tardes habremos dedicado a indagar cómo se realizaban esos trucos o a tratar de imitar alguno de ellos, casi siempre sin suerte.

En aquellas épocas, sin internet, youtube y demás cosas, era muy difícil conseguir información más que de los mismísimos protagonistas. Tarea difícil lograr que un mago revelara sus secretos.

Finalmente nos pasó lo que les pasa a todos los niños, crecimos y nos dimos cuenta que la magia es sólo una ilusión y hay gente que hace desaparecer cosas sin ser mago, que sus “trucos” son más oscuros y que su gran acto se realiza con el menor público posible.

Eso es lo lamentable de crecer: ver que las cosas no son tan inocentes como creíamos y que la realidad siempre supera a la ficción.

La escultura “Meditación” desapareció en la noche del jueves 2 o la madrugada del viernes 3 de Agosto de su pedestal en el parque 9 de Julio. La estatua, que se encontraba en el sector sur del paseo público, en la zona cercana al lago, fue sacada sin que nadie lo advirtiera, pese a que en el parque hay un destacamento policial y a que cerca de allí se encuentran los galpones de la Dirección de Parques y Jardines.

Desde Francia a Tucumán

“La rêverie” , conocida entre nosotros como “Melancolía” o “La alegoría del sueño” es una copia en hierro fundido comprada en 1926 en Francia. La estatua original, de mármol, fue realizada en 1855 por Pierre Travaux y se encuentra en el museo de Bellas Artes de Rennes, cuenta el arquitecto Ricardo Viola, quien realizó un relevamiento de la “colección de arte en fundición y mármol” del parque 9 de Julio.

Esta imagen de aproximadamente 1,20 metro, cuyo estilo Viola describe como de “una vertiente más bien romántica y no copia de una obra clásica”, fue adquirida en la “Fonderie d’Art du Val D’Osne”, de París, que tenía los derechos del escultor Travaux para realizar calcos de su obra.

La “Meditación” está representada por una mujer sedente que apoya su rostro pensativo sobre su mano izquierda, lleva el cabello recogido, el torso desnudo y su cadera y piernas están cubiertas con un paño plegado. En 1928 fue instalada al sur del parque, en la zona cercana al lago San Miguel.

Según cuenta Carlos Páez de la Torre (h), hubo ciertas críticas porque los tucumanos de entonces la consideraron demasiado pequeña, pero José Ignacio Aráoz, presidente de la Comisión Administradora del parque, la defendió enfáticamente.

Cuenta Viola que se encuentra pintada probablemente por una cuestión económica, para evitar que se oxide.

“Una estatua de hierro fundido debería tener tratamiento de empavonado”, dice. Agrega que también debería haber tenido un anclaje que haga difícil su extracción y “un anillado externo para que no pueda entrar la gente, así como una buena señalización”.

Sin conservación de estatuas

A su juicio, no hay una adecuada política de conservación de las estatuas. “Desde hace tiempo hay una Venus sin cabeza en el taller de reparación y desde hace mucho no se reparan las obras”, asevera.

Según se sabe, a lo largo de los años han sido robadas una veintena de estatuas del parque. En este caso, debieron ser al menos cuatro hombres los que la sacaron, porque pesa más de 100 kilos.

El destino de la estatua es incierto. Viola dice que en el mercado clandestino se pagan cifras muy altas en dólares por este tipo de réplicas.

“Cerca está ‘Venus y Cupido’ y en un anticuario de San Telmo vi una copia por la que pedían 100.000 dólares. Pero no puedo estimar el valor de ésta, que creo es el único calco en Argentina de la estatua de Travaux, que la hizo en mármol y también en bronce”.

La Justicia sigue sumando indicios para sospechar que, en el robo de la estatua la “Meditación”, los ladrones habrían contado con la colaboración de empleados municipales. Además, se cree que se habrían estado hurtando piezas del patrimonio del Parque 9 de Julio desde hace varios años.

La denuncia tardía tras el robo

La obra fue denunciada como robada el martes 7 de agosto por las autoridades de la Dirección de Espacios Verdes. A la presentación la realizaron cinco días después de que el personal se diera cuenta de la desaparición.

Sin embargo, con base en análisis de las cámaras de seguridad, se descubrió que el robo se produjo el miércoles 1 de ese mes, es decir, dos días después de que los responsables de la repartición se dieran cuenta del faltante.

Carlos Arnedo, secretario de Servicios Públicos, cuando se descubrió el caso, declaró que no habían realizado la denuncia ni el viernes 3 ni al día siguiente porque la Seccional 11ª no contaba con el servicio de energía eléctrica. Reconoció que el domingo no insistieron y que el lunes tampoco porque no encontraron al comisario.

La fiscala Adriana Giannoni, que investiga el caso, descubrió que la dependencia policial sólo había tenido problemas con el suministro el viernes 3. También habría comprobado que un móvil del Servicio 911 se presentó al lugar después de que se dieran cuenta del faltante, pero les avisaron que realizarían la denuncia en la Seccional 11ª.

Cuestiones llamativas

Otra de las situaciones llamativas dentro de este contexto fue la fallida renuncia del secretario de Servicios ¨Públicos, Carlos Arnedo, quien protagonizó un vergonzoso episodio tras renunciar a su cargo como secretario de Servicios Públicos y de inmediato volver.

La renuncia del ex secretario general de la Unión Docentes Tucumanos se había producido intempestivamente luego de una discusión mantenida con Alfaro y con uno de sus subordinados, el director de Espacios Verdes Armando Cabello Galindo (un dirigente estrechamente ligado al concejal Rodolfo Jhony Ávila).

Renuncia y regreso

Según trascendió, el intendente les recriminó un mayor trabajo en conjunto y que dejaran de lado las rencillas internas. Molesto por los reproches del jefe municipal, apenas finalizó esa reunión Arnedo redactó un duro texto de renuncia y lo presentó en la Intendencia.

Al parecer el “equipo de Germán” no es el mismo que el de Francis Underwood de la serie televisiva House Of Cards, de la cual el intendente parece ser fanático, ya que cuando hizo renunciar a todo su gabinete y los contrato de nuevo recreó fielmente una escena de la popular serie.

La investigación

A la Justicia no le resultó sencillo recabar información de los empleados de la repartición. Varios de los testimonios fueron contradictorios. Incluso, tuvieron que recurrir al personal de la división de Delitos contra la Propiedad de la Policía para que uno de los responsables se presentara a responder las preguntas que tenían para hacerle.

Los testimonios de otros empleados sirvieron para aclarar el panorama. Por ejemplo, explicaron que resultaba prácticamente imposible que nadie se haya dado cuenta de que se estaban llevando la “Meditación”.

Estimaron que para cargarla en la camioneta utilitaria que se usó, se habría necesitado la participación de, al menos, ocho personas, ya que su peso estimativo es de 250 kilogramos.

Un técnico, según consta en el expediente judicial, comentó que para sacar la estatua, sí o sí, debieron haberlo hecho de la base, cargarla un par de metros, hacer uno o más descansos, y recién allí, subirla al vehículo en el que la trasladaron a un lugar no determinado aún.

El mismo especialista, de acuerdo a fuentes oficiales, había descartado esa posibilidad, ya que no descubrieron alguna marca en la zona donde estaba ubicada la pieza. También estimó que los ladrones debieron utilizar algún tipo de maquinaria para cometer el hurto.

“Así es imposible que nadie haya podido observar gente trabajando”, habría opinado el testigo.

El ojo del Gran Hermano

Esa declaración fortaleció la hipótesis de Giannoni. En las imágenes de las cámaras de seguridad también quedó registrado un singular hecho.

Después de cargar la obra, la camioneta pasó por el frente de Espacios Verdes y realizó un cambio de luces cuando pasó por delante de una camioneta que allí estaba estacionada.

Los que estaban en el interior de ese otro vehículo, devolvieron el saludo. Por falta de nitidez, no se pudo identificar a ninguno de las dos rodados.

Quien debe ser el primero en comunicar los avances y detalles de la búsqueda de la obra y dar la cara por los controles o la forma en que debía ser custodiada esa escultura es el mismísimo intendente de la Capital, Germán Alfaro.

Es evidente que alguien o algunos no realizaron sus tareas como debió hacerse, pero curiosamente San Miguel de Tucumán se transformó en un territorio en el que nadie asume las culpas.

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