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El equipo económico aspira a otro año con déficit cero, a pesar la eliminación del Impuesto PAIS y la baja de retenciones. Mientras el gasto previsional crece en términos reales el conjunto de empresas públicas volvió a cerrar con superávit.

El Gobierno arrancó el año con otro número superavitario en las cuentas públicas y fue señalado por el Poder Ejecutivo como la señal ante el mercado de que los fundamentos del plan económico seguirán su curso en medio del ruido político por el escándalo de la criptomoneda $Libra que involucra al presidente Javier Milei y las dudas del mercado por una situación débil de reservas en el BCRA y un acuerdo con el FMI que se hace más necesario.

Enero tuvo un superávit primario de 0,3% del PBI y al sumar los intereses de deuda, es de 0,07% del PBI, una cifra levemente más baja en términos reales que un año antes.

 

El perfil fiscal de este año

En que la Casa Rosada también se comprometió a sostener el déficit cero, deberá ser distinto al de 2024, que estuvo marcado por una licuación importante del gasto -principalmente previsional- en la primera parte del año y ajustes en transferencias a provincias, subsidios y obra pública, junto con ingresos tributarios extra aprobados por el Congreso en el paquete fiscal de la Ley Bases, como el blanqueo y la moratoria, la suba del Impuesto PAIS y el retorno de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.

El 2025 será un año en que algunos de esos elementos dejarán de estar en el horizonte fiscal -el Impuesto PAIS perdió vigencia y los recursos tributarios “por única vez” tampoco estarán disponibles- aunque si tuviese lugar la recuperación de la actividad que espera el Gobierno y el mercado, habrá por ese efecto una mejora en la recaudación tributaria, algo que las consultoras ya comenzaron a observar en el primer mes del año.

Los primeros datos

Por lo pronto, los primeros datos de la Secretaría de Hacienda permiten ver cómo comenzó el ajuste del 2025 y qué perfil adopta. El gasto en jubilaciones y pensiones creció 30% en términos reales en enero y explicó casi el 80% del incremento interanual del gasto primario, según un informe de la consultora LCG.

El estudio privado advirtió que esta cifra debe ser analizada con contexto. Por un lado, en enero de 2024 el gasto había sido fuertemente licuado por la inflación superior al 20% y ajustes determinados por la Ley de Movilidad anterior, que tomaba la inflación de julio a septiembre. Por otro, aunque la nueva fórmula redujo el rezago de actualización a dos meses, la desaceleración de la inflación tiene un efecto fiscal expansivo.

Las perspectivas

En cuanto a las perspectivas de las finanzas públicas, LCG sostuvo que el compromiso del Gobierno con la disciplina fiscal continuará en 2025, pero enfrentará menores ingresos debido a la eliminación del Impuesto PAIS (1,3% del PBI), la reducción de Bienes Personales y el recorte de retenciones al agro pampeano y eliminación para las economías regionales. Estos factores obligarán a compensar con nuevos ajustes del gasto, dado que las principales fuentes de mejora fiscal de 2024 ya se encuentran agotadas.

fuente: infobae

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