Terrenos privados son parcelados y vendidos de manera irregular. La líder de la usurpación incluso cobra la luz a la que acceden a través de un tendido ilegal. Ya fracasó un intento de desalojo. El audio de los “aprietes”.

La usurpación de tierras privadas en el conurbano bonaerense tiene su correlato en la provincia de Salta. Grupos organizados toman grandes extensiones de campos sobre los que se asientan y que luego comercializan. Yamila Veleizán, que se hace llamar la “Milagro Sala 2″, pone a la venta las tierras. Cobra entre 15.000 a 50.000 pesos en tres cuotas. Ante la Justicia dice que las “regala”.

Detenida y con causas

Estuvo detenida durante una semana y quedó en libertad mientras continúa la causa en su contra. La última vez tomó 100 hectáreas de la finca perteneciente a Robustiano Manero, una empresa frutícola ubicadas en el acceso a Colonia Santa Rosa, Departamento de Orán-, sobre la ruta 14 que conduce al pueblo desde la ruta nacional 34. Las parcelas dan contra el paredón que divide la sección “empaque” de naranjas, pomelos y Lima de Tahití que tienen como destino el Mercado Central de Buenos Aires.

Justicia lenta

En Salta, como en otros distritos del país, la Justicia y las autoridades políticas actúan de manera, como mínimo, extremadamente lenta cuando se trata de este tipo de delito. La familia Manero ya sufrió otras dos usurpaciones de más de 50 hectáreas. Esos dos predios ya se trasformaron en precarios barrios populares que llevan el nombre de Gauchito Gil y Sagrado Corazón. En total son unas 500 familias que viven en los predios.

Las ocupaciones sincronizadas en Colonia Santa Rosa no se centraron solo en ese sector. Tres días antes tomaron terrenos en el sector urbano ubicado a lo largo de la avenida Robustiano Manero. La inacción estatal quedó en evidencia cuando el intendente Mario Guerra ofreció a los usurpadores otros terrenos disponibles en el asentamiento Las Palmeras.

Más tomas

Audios de WhatsApp que se viralizaron de aquellas tratativas revelan que el ofrecimiento fue rechazado con desprecio. Horas después comenzaron a formarse otras tomas y asentamientos.

Según alguna de las 18 causas que existen contra Veleizán y el “Mataco” Raul Zelaya, entre otros, ellos también habrían encabezado las otras tomas y vendido las parcelas de manera ilegal, sin ninguna documentación, a algunos argentinos, pero a una importante cantidad de familias bolivianas llegadas desde otras ciudades, como Tartagal. Sandro Llanos, en cambio, está acusado de usurpar los terrenos que ahora forman parte del asentamiento Sangrado Corazón.

Pagan servicios e impuestos

Integrantes de la familia Manero, relatan detalles increíbles sobre lo que sucede alrededor de las tomas de sus 150 hectáreas. Ellos, por ejemplo, siguen pagando los servicios e impuestos municipales y provinciales sobre las tierras tomadas -lo acreditan con documentación-. En sus propias narices los cabecillas de las tomas venden las parcelas como si fuesen de su propiedad. La estafa pudo demostrase en la Justicia porque en una sola oportunidad Veleizán hizo un boleto trucho de venta que fue presentado a la Justicia por la mujer timada.

Fue después de un intento de desalojo por parte de la policía. La falsificación de ese instrumento publico posibilitó que la fiscal Sofía Fuentes Mayorga ordenara la detención de la “Milagro Sala 2″. Se le imputaron los delitos de usurpación, estafa y extorsión.

Limpian terrenos y lo lotean

En la denuncia se relata que Veleizán, junto a otras personas, entre las que se nombra a Guillermina Aramayo, Brian Cresencio Maza y Víctor Guerrero, “ingresaron a la propiedad de la señora Divano de Manero y una vez adentro, cortaron y voltearon árboles con motosierras y machetes a los fines de limpiar el terreno para después dividirlo en lotes, los que son vendidos limpios o no por las imputadas Veleizán y Aramayo, a cambio de dinero” para luego “instalar un precario servicio de electricidad y agua, servicio que es cortado a los compradores de los lotes si no les entregan dinero a la imputada Veleizán cada vez que esta lo requiere”. En el expediente, la fiscal da por probado que los usurpadores “vendía como propios” lotes pertenecientes a Manero.

Asentamientos

Después de una semana, la imputada quedó en libertad mientras sigue el proceso en su contra. En el mientras tanto, sigue usufructuando de lo ajeno. Recauda también por la luz que suministra a los tres campamentos sobre los que se arroga propiedad. Por ejemplo, el de Gauchito Gil. A través de un grupo de chat, Veleizán convoca a los allí asentados para cobrarles por un tendido eléctrico ilegal. Las precarias construcciones están enganchadas del cableado público, es decir del que paga el resto de los vecinos.

Lo hace con estas palabras intimidatorias: “A todos los que tengan el terreno en el barrio Gauchito Gil, hoy importantísima reunión, ahora. Cuatro de la tarde en punto. La persona que no llegue a ir al terreno, lamentablemente le tengo muy mala noticia. Desde ya, muchas gracias”.

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