crimen

“Volá alto, ‘Loco’ querido”. con esta frase despidió una joven tucumana a su amigo ultimado en Córdoba. Se trata de un delincuente de 25 años, que tenía un largo historial como “rompevidrios”, quien, recibió un disparo mortal luego de haber atacado a un policía fuera de servicio. Set trata es el segundo tucumano que fallece en menos de treinta días por protagonizar este tipo de delitos en otras latitudes.

El miércoles por la mañana, en el barrio Crisol Sud, un oficial de policía de esa provincia, que no estaba de servicio, realizó una compra de dólares en una financiera. Se retiró conduciendo un Renault Fluence y paró en un semáforo. En esos momentos, fue sorprendido por cuatro motochorros que se movilizaban en dos motos. Los atacantes, después de romper el vidrio, se apoderaron del bolso en el que llevaba los billetes verdes.

El efectivo se bajó del auto y -luego de identificarse como policía, según se informó-, disparó su arma. Uno de los tiros impactó en la axila izquierda de Cristian “Loquillo” Valdez, provocándole la muerte de manera instantánea. Sus compañeros huyeron y actualmente son intensamente buscados por la fuerza.

Fuentes judiciales y policiales cordobesas confirmaron que desde hace varias semanas estaban tras los pasos de jóvenes que estaban cometiendo este tipo de hechos en esa provincia. Sospechaban que eran tucumanos, ya que habían demorado a varios de ellos, pero no tenían pruebas necesarias para imputar delito alguno.

El policía, cuyo nombre no trascendió, no fue aprehendido. Pero luego de que se realizaran las primeras medidas, la Justicia podría imputar el delito de exceso en la legítima defensa.

En esa provincia está detenido con la modalidad de arresto domiciliario Braian “El Hijo de Zenón” Leguizamón, pero por circular con un vehículo mellizo. El joven de 21 años fue absuelto en el juicio por el crimen de la comerciante Ana Dominé (fue asesinada en un ataque de “rompevidrios” en 2020). Tres meses después recibió una pena de cumplimiento condicional por un robo cometido con la misma modalidad.

Hace menos de un mes, otro “rompevidrio” tucumano fue ultimado en Rosario. El 2 de noviembre pretendió atacar a empleados de una firma que acaban de retirar dinero de una financiera. Un ex policía, que actuaba como custodia, repelió el ataque. Uno de los disparos impactó en el cuerpo de Sergio Miguel Villarreal (25) que murió en el acto.

Ese ataque reveló la presencia de tucumanos expertos en esa clase de delitos en la ciudad santafesina. Siete días después los también tucumanos Héctor “Cepillo” Figueroa (31), Juan “Chuerca” González (25), Daniel “Amor” Pérez (32) y Zulema Mercedes Soria (26) fueron sentenciados a tres años de prisión en suspenso por este delito, comprometiéndose además a no volver a Rosario durante el tiempo que dure la pena.

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