El supuesto tráfico de drogas en el penal comenzó a ventilarse por primera vez en un debate oral. Son al menos cinco las causas que están abiertas en la Justicia Federal y en las que se encuentran involucrados personal y funcionarios del Servicio Penitenciario de la provincia.

Ahora comenzó a ser enjuiciado Antonio Walter Vallejos, quien fue detenido cuando intentó ingresar drogas en el penal para, según la teoría del fiscal Pablo Camuña, comercializarla entre los internos de Villa Urquiza.

En un Audi A3

El 20 de julio de 2017, el acusado llegó a la cárcel en su Audi A3 negro. Sacó un bolso de mano de color celeste e intentó ingresar a su puesto de trabajo. Sus compañeros lo requisaron y encontraron que llevaba oculto en un paquete de yerba mate más de 450 gramos de marihuana; algo más de 50 gramos de cocaína y más de 900 pastillas de psicofármacos.

También descubrieron que pretendía ingresar bebidas alcohólicas. Fue procesado y se encuentra detenido en el penal federal de Pinto, Santiago del Estero.

Pasaron 3 años

A tres años del hallazgo, con soporte tecnológico y a medias, comenzó a desarrollarse el juicio. Un debate que puede transformarse en una caja de pandora. Vallejos fue denunciado por el reo Fernando Medina, quien dijo que le entregaba droga para que la comercializara. Pero el preso fue asesinado cuatro meses después en el patio de Villa Urquiza.

Una testigo de identidad reservada, a la que se decidió llamar “Lucía”, es una de las personas que debería declarar en las audiencias. Los defensores Adolfo Bertini y Vanessa Lucero solicitaron que se desestimara su testimonio al entender que sólo podría aportar datos referenciales que no serían de importancia. El fiscal Camuña, por su parte, cuestionó duramente el planteo de los abogados y criticó que no se haya mantenido en reserva la identidad de la testigo en cuestión. El tribunal, integrado por Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Abelardo Basbús, desestimó el planteo.

Negó todo

Vallejos, por el momento, no declaró, pero sí se leyeron las respuestas que dio cuando lo indagaron. El acusado señaló que la droga no era de él y acusó a sus compañeros Virgilio Olmos y Walter Salcedo de habérsela “plantado”. “Con ellos siempre tuve problemas. Me juraron que se vengarían”, señaló en julio de 2017. También explicó que el whisky que le encontraron era para cocinar un pollo al disco y que se lo había solicitado un compañero de trabajo.

Desde un primer momento buscó despegarse del hecho. Acusó a sus compañeros de querer perjudicarlo con esta maniobra. En un primer momento se pensó que se trataba de una estrategia defensiva, con el tiempo la sospecha sobre él fue creciendo por las otras causas que se abrieron; por ello, varios mencionados en esos expedientes deberán declarar en este juicio.

Tenía un sueldo de 21 mil pesos

“Si no me equivoco, en la fecha que me detuvieron, cobraba un sueldo de unos $21.000”, le respondió Vallejos al fiscal Camuña cuando le consultó cuáles eran sus ingresos mensuales. El acusado también indicó que vivía en una casa modesta junto a su esposa y tres hijos.

La parte acusadora, por el momento, no indagó sobre el patrimonio del acusado. En el expediente figura que el guardiacárcel se presentaba a trabajar en un Audi A3 negro, que según el valor del mercado, supera el $1 millón si se trata de un modelo de cinco años de antigüedad.

El martes, cuando se reanuden las audiencias, el imputado podría declarar y explicar algunos de los interrogantes que por el momento no tienen respuesta.

 

 

 

fuente: La Gaceta

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