El delantero volvió a generar revuelo en una salida nocturna y el presidente Angelici podría disponer una serie de medidas en el vínculo que acordarán en los próximos días.

Ricardo Centurión todavía no se reintegró oficialmente a Boca y ya volvió a protagonizar otro incidente. Sucedió el domingo a la madrugada: regresó el sábado a la mañana al país y no hizo declaraciones cuando bajó en el aeropuerto de Ezeiza y por la noche estuvo en el boliche Capítulo 1, de Lanús. Y no la terminó pasando bien, generando revuelo e incluso con intervención policial para su salida. El wing fue con intenciones de divertirse antes de sumarse a las prácticas de Boca en Ciudad del Este (lo esperan para que llegue entre el lunes y el martes), pero las discusiones y algunos forcejeos entre algunos jóvenes y gente de su entorno hicieron que se termine yendo con custodia policial del lugar. Todo habría comenzado cuando un hincha se acercó para pedirle una foto a Centurión. La situación no habría pasado a mayores, más allá de un par de empujones en el boliche, pero la sumatoria de situaciones controvertidas es lo que fastidia a los dirigentes.

Este nuevo escándalo enojó a varios dirigentes de Boca que ya no estaban convencidos de comprarlo hace tres días, y menos ahora. Pero como Daniel Angelici pretendió darle un gusto a Guillermo Barros Schelotto (el Mellizo lo considera a Centurión el jugador más importante del plantel), cedió ante la Comisión directiva y terminó dándole el sí a San Pablo. Por eso Boca se comprometió a pagar cerca de 6.000.000 de dólares, sumando el 70% que le corresponde a San Pablo y el 30% restante de Racing para quedarse con la totalidad del delantero.

¿Esto puede hacer caer el pase? “No puede ser que en la primera noche que vuelve a Buenos Aires sea protagonista de otro escándalo”, reconoció por lo bajo un dirigente. Fuentes cercanas a la comisión directiva xeneize afirman que cuando mañana se vean Angelici y Guillermo cara a cara en Ciudad del Este podría el presidente manifestarle la intención de ponerle cláusulas en el contrato que firmará Centurión, que iba a ser por tres o cuatro años.

“Uno debe saber que se es jugador de Boca las 24 horas”, le dijo el Mellizo más de una vez a su plantel y, sobre todo, a Centurión. Pero el ex Racing siempre aparece involucrado en un nuevo incidente. Es tal la debilidad que los Barros Schelotto tienen por Centurión, que nunca se lo castigó. ¿Y ahora? Habrá que ver qué tiene en mente Angelici y el resto de los dirigentes, pero el ex San Pablo todavía no se había sumado a la pretemporada en Paraguay y ya había caldeado los ánimos en Boca.

Fuente: La Nación

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