Se cumplieron 30 años de una epopeya periodística llamada Diario Siglo XXI

Diario-El-Siglo
Una-de-las-tapas-de-Diario-El-Siglo-en-sus-últimos-años.

Por Luis P. Monti* para Diario Cuarto Poder | El viernes 4 de diciembre último, me resultó imposible escribirlo porque no logré superar durante todo ese día, la tristeza y el dolor.

Una semblanza de Luis Monti

Ahora estoy más sereno, un poco menos melancólico y le cuento a las nuevas generaciones de periodistas o se los recuerdo a esos lectores fieles que seguramente habrán disfrutado de sus noticias y sus editoriales.
Se cumplieron 30 años de aquella patriada de Eduardo García Hamilton, cuando fundó SIGLO XXI y quiso que Tucumán tuviera un segundo diario. Con toda la intención de ser lo que se proponía: Un Diario con opinión.
Eduardo-García-Hamilton
Eduardo-García-Hamilton-fundador-y-director-de-Diario-Siglo-XXI.
Y lo fue, libremente por mucho tiempo, hasta que los avatares de la política y de la economía, sólo le permitieron ser tal vez un poco “menos libre”, porque difícilmente se puede ni logras ser absolutamente “independientes”.
(¿Alguien lo es en esta vida…? Digo, totalmente independiente).

Aldonate, una institución del periodismo tucumano

Sumó Eduardo al proyecto al maestro don JULIO ALDONATE, (hermosa la acuarela del artista Ricardo Fatalini) una institución del periodismo tucumano, que ya estaba jubilado y despuntaba el vicio de contar cada día su verdad, en el Panorama Tucumano de La Gaceta. Precisamente el diario de mayor vigencia hasta hoy (108 años) en la historia local. El anterior había sido El Orden, durante unos 46 años, cuyo emblemático edificio de calle 25 de Mayo, hoy lo ocupa el Centro Cultural de la Universidad.
Julio-Aldonate
Julio-Aldonate-en-la-acuarela-de-Ricardo-Fatalini,
¿Quién ocupará el edificio de La Gaceta cuando en breve el “papel pase al olvido y todo el periodismo se concentre en lo virtual?.
Se habrán convertido tal vez en un montón de oficinas comerciales o empresarias, bien alejadas del periodismo?.
Pero eso sí, algún traqueteo de máquinas seguramente espantará los pasillos ciertas noches a los que cuenten dinero de todos los colores. Y sabores.!.

Veinticuatro años de existencia

En el lugar del SIGLO XXI, que duró nada menos que 24 años, (récord 3º en 200 años) se ha construido un muy lindo edificio de departamentos sobre la acera sur de Monteagudo 349.
Diario-Siglo-XXI
El-slogan-de-Diario-Siglo-XXI-“un-diario-con-opinión”.
Los ruidos de las teclas de computadoras, de sonidos de celulares y el atronar de la rotativa mordiendo chapas y bobinas de papel, tanto como esos “fantasmas” que aseguraba el inolvidable rubio Víctor Larsen que le cambian de lugar las pinzas y hasta los zapatos, se trocaron ahora en gritos de vecinos, tiernas canciones y juegos de niños. Bienvenidos a ese lugar sagrado, para muchos de nosotros, los que vimos arrancar a Siglo XXI con no pocas dificultades.

Despertando gigantes

Muy rápido el proyecto de Eduardo García Hamilton resultó un molesto tábano para algunos, el primero en imprimirse en colores, (despertó a algunos gigantes) y con espacios para que tengan voz, los sin voz, como se dice en la jerga.
Y en pocos años nos dimos cuenta del éxito porque Siglo XXI empezaba a convertirse en toda una Escuela de Periodismo ya que no existían en 1990 las carreras universitarias, sólo los terciarios de comunicaciones.
Y nos dimos cuenta además, que estábamos en la buena senda, cuando el plantel de periodistas empezó a ser “cooptado” por los más poderosos con propuestas más tentadoras e intereses que será motivo de análisis en alguna oportunidad y con más espacio.

Dolorosa experiencia

Mucho antes de suspender sus ediciones por razones principalmente económicas, y ya convertido en El Siglo, me tocó la dolorosa experiencia de ver que desde “mi” SIGLO XXI, decenas de escribas muy valiosos, sacrificados y valientes, empezaron a inundar las páginas de la mismísima Gaceta (que se llevó la parte del león), El Periódíco, El Tribuno, algunos a Clarín, Olé, Página12, numerosas radios, varias revistas institucionales, oficinas públicas, claustros docentes.
En fin, todo un éxito periodístico, aunque no comercial.
Ironías del destino.
Qué habrá sido de la existencia de aquellos “libracos” encuadernados con tapa verde y letras doradas, bellamente encuadernados y protegidos con la delicadeza que los controlaba Matilde Rossini.
Como se extraña el andar incesante y silencio de la noble y realmente sacrificada Mercedes, hija de Eduardo, (a la que llamaba Ernestina en alusión a la dueña de Clarín). Mercedes cubría todos los espacios. Y tenia tiempo para todo…. Una maravilla de persona y de trabajadora.
Cómo estarán (cuidados o descuidados) aquellos miles y miles de suplementos Económicos, Deportivos, Judiciales que se adosaban a la edición diaria.
¿Estarán también guardadas las páginas de La Razón Satelital, el primer emprendimiento tucumano de sumar paginas de diarios nacionales)
¿Cómo se guardarán los suplementos de “La Gazeta Mercantil” brasileña, en español, que sumábamos semanalmente vía satélite a nuestro Siglo XXI en colores.
¿Nos extrañarán esas valiosas piezas de colección donde decenas y decenas de periodistas, colaboradores, fotógrafos y empleados de apoyo, contamos con toda nuestra capacidad, lucidez y hasta con ingenuo empeño por la primicia, mucho de lo sucedido en la historia reciente de Tucumán.

Un archivo perdido

¿Los libracos a que me refiero, estarán “presos” en alguna celda?… Quien se animará a salvarlos del oprobio.
¿Cómo hacer para que 24 años de ediciones impresas sean rescatadas del olvido, para que los estudiantes y los investigadores puedan revisarlos en algún archivo público o en alguna entidad de filantropía periodística?.
Que lástima que ya no está SIGLO XXI y que hoy, bien entrado el auténtico y doloroso siglo 21, Tucumán no tiene un segundo diario, ni siquiera tiene un tercero, como debería merecerlo la ciudadanía.
Qué suerte que yo lo viví…!
*Ex jefe de Redacción Diario El Siglo

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