Las evidentes maniobras para demonizar a los ediles que son críticos a su gestión, quedaron patentizadas en las oficinas vacías, los empleados truchos que mandó a la protesta y los aprietes por parte de funcionarios a aquellos que estaban en condición de contratados.

Una estrategia que no se pudo disimular. Ya en su edición impresa de la semana pasada, Diario Cuarto Poder, señalaba las maniobras de las que se valió el intendente de Concepción, Roberto Sánchez, para culpar a los concejales que le exigen informes sobre las designaciones y los manejos del municipio, sobre la posible pérdida de la fuente laboral de unos 800 contratados. Los aceitados mecanismos: reuniones de funcionarios con los contratados; empleados truchos en la protesta y hasta mensajes de whatsApp y por la redes sociales, completaron un combo interesante para tratar de cumplir con ese objetivo. La idea era que fracasara la sesión que iba a ratificar la decisión del Concejo Deliberante en torno a la insistencia en el cumplimiento de los informes necesarios para dar vía libre a lo solicitado por el Departamento Ejecutivo, en relación al cumplimiento con el Pacto Social.

Dura réplica legislativa
Consultado respecto a las declaraciones de Sánchez, en las que carga las tintas sobre los concejales, el legislador radical Raúl Albarracín, sostuvo que “el intendente miente porque tiene la estrategia mediática de Goebbels: miente, miente … que algo quedará”. El parlamentario oriundo de Concepción explicó que “en primer lugar, miente sobre lo que recauda el municipio. En segundo lugar, miente también cuando dice que las obras se hacen con recursos propios y miente cuando dice que es transparente”. Albarracín subrayó que “todos los manejos que tiene en su municipio son oscuros porque no rinde cuentas. Sus ejecuciones presupuestarias no son aprobadas porque no cumplen ni siquiera con los requisisitos formales. Hasta son excedidas en los montos presupuestados”.

Deuda millonaria
Con respecto a los manejos financieros de Sánchez, el legislador Albarracín, señaló que “endeudó al municipio en 370 millones de pesos en los sólo dos años y meses de gestión y no puede justificar 100 millones de pesos gastados en obras públicas”.
En ese sentido, enfatizó que “Sánchez dice que las obras públicas se hacen con recursos propios pero resulta que la plata la viene dando la provincia y nunca ni siquiera se sincera y lo dice”.
En cuanto al ataque sistemático a los concejales, subrayó que “mintió que respetaria las instituciones y la independencia de poderes pero resulta que por cumplir con el deber de contrlarlo y decidir hasta qué monto puede endeudarse la municipalidad obligó a la gente a manifestarse para inpedir que el Concejo sesione”.

Ausencia masiva
Justamente el día en que iban a sesionar de nuevo los concejales, las oficinas municipales se encontraban vacías, debido a que los empleados habían recibido la orden de convocarse en el Concejo Deliberante con el firme propósito de impedir que los ediles sesionaran y ratificaran la postura de no endeudamiento y control de los gastos del Departamento Ejecutivo concepcionense.
Testigos presenciales señalaron también que había personas que no eran de Concepción y que habían sido llevadas especialmente para la ocasión. Afortunadamente la presencia de personal policial resguardó la integridad física de los concejales, que pudieron ejercer el poder de contralor que los vecinos les confirieron cuando los eligieron para la elaboración de las ordenanzas que rigen la vida en la segunda ciudad de la provincia. La polémica está lejos de zanjarse debido a la actitud intransigente del intendente Sánchez, quien se muestra alejado de los postulados democráticos que caracterizan al radicalismo. Las discusiones prometen profundizarse, aunque quedó en claro que el municipio tendrá que dar informes si pretende que se le garanticen recursos. El control es fundamental en cualquier gestión.

¿Una soga que le tiró José Alperovich?
Las declaraciones supuestamente formuladas por el ministro del Interior de la provincia, Miguel Acevedo, supuestamente avalando la postura del intendente Roberto Sánchez, había sido tomada como una soga que le había tirado el actual senador nacional y ex gobernador, José Alperovich, al titular del Ejecutivo de la “Perla del Sur”. Sin embargo, extraoficialmente se desmintieron esas versiones, aduciendo la necesidad de que todos los municipios de la provincia que se encuentran enmarcados en el denominado “Pacto Social”, rindan cuentas sobre el manejo de las finanzas.
Cabe destacar que el Pacto Social garantiza el pago de los salarios a los empleados municipales, pero establece ciertas limitaciones a la hora de realizar designaciones y nombramientos. Lo cierto es que, lo que parecía un salvavidas del ex Gobernador, a través de su hombre más importante en el gabinete de Juan Manzur, no pasó de ser expresiones del propio entorno de Sánchez que no podrán ser ratificadas o confirmadas por las personas mencionadas.

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