Un anciano camina por una calle de Madrid, este 24 de marzo, en plena pandemia de coronavirus. / AP

Ya hay 1.100 ancianos fallecidos. Los geriátricos están desbordados, sin personal ni kits de pruebas. Y muchos adultos se contagian al ser derivados a los hospitales.

Con el dolor de sumar 849 muertos por Covid-19 en las últimas 24 horas, España registra este martes la cifra diaria más alta de fallecimientos desde que se detectó aquí el primer caso de coronavirus, a fines de enero.

Desde entonces, murieron más de 8.100 personas infectadas y los contagiados, hasta este martes, rondaban los 95.000, de los cuales, más de 9.000 se sumaron entre el lunes y el martes.

La Comunidad de Madrid, de luto oficial desde esta semana, es la autonomía más agobiada por la epidemia: registra más de 27.500 contagios y llora a 3.600 de sus vecinos que murieron por la enfermedad.

Por ellos, las banderas ondean a media asta en los edificios púbicos y cada mediodía, a las 12 en punto, un minuto de silencio los recuerda.

En las últimas 24 horas, el Covid-19 se cobró 211 vidas más en esta comunidad donde las residencias para mayores viven a diario, como en otras autonomías golpeadas por altos índices de contagios, un infierno.

Una bandera española cuelga de un edificio en Madrid. En el piso de arriba una anciana camina junto a una ventana./ Reuters

Una bandera española cuelga de un edificio en Madrid. En el piso de arriba una anciana camina junto a una ventana./ Reuters

Casi el 40 por ciento de las personas que murieron por coronavirus en Madrid eran abuelas o abuelos que vivían en residencias.

“El Ejército ha podido ver ancianos, mayores, absolutamente abandonados cuando no muertos en sus camas”, declaró hace unos días la ministra de Defensa, Margarita Robles.

“Cuando algunas de nuestras unidades militares han acudido a varias residencias para proceder a su desinfección, se han encontrado con algunas personas fallecidas, hecho que se ha puesto en conocimiento de la Fiscalía”, confesó entonces el jefe de Estado Mayor de la Defensa, Miguel Villarroya.

En la Comunidad de Madrid hay unas 500 residencias para abuelos, entre públicas y privadas, algunas de las cuales están desbordadas ante la falta de personal, de tests para controlar qué porcentaje de ancianos está infectado y de recursos para tratar a los contagiados.

La Unidad Militar de Emergencia desinfectó ya 100 geriátricos de la región, de los cuales 25 se encuentran en “situación crítica” por ser focos de coronavirus.

El consejero de Justicia, Interior y Víctimas de la Comunidad de Madrid, Enrique López, dijo que se formaron equipos para actuar en los centros que se encuentren en una situación más complicada. Pero el desborde es cada vez más angustiante.

Desde principios de marzo, en Madrid murieron ya unos 1.100 mayores que estaban alojados en residencias.

 

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