Raúl Alfonsín volvé, te perdonamos por los “carapintadas” radicales

Por Pablo Batalla* para Diario Cuarto Poder | En los últimos días en el escenario político provincial se visualizó un acercamiento y guiño de ojos entre un sector del radicalismo y Fuerza Republicana. Un límite difícil de digerir en partidarios “alfonsinistas”.

“El Padre de la Democracia”

En octubre de este año se cumplirán 37 años de la asunción de Raúl Alfonsín como presidente y con ello el regreso del sistema democrático tras una sangrienta dictadura militar que había comenzado un 24 de marzo de 1976.

La Historia reconoció el mérito del dirigente radical no sólo en la recuperación de la democracia de la que hoy gozamos, sino también en su consolidación, dándole el título de “Padre de la Democracia” para todos los tiempos.

Los tiempos de los globos amarillos

Los tiempos políticos transcurrieron y Alfonsín observó, como mudo testigo, como sus herederos partidarios comenzaban a inflar globos amarillos y hacían alianza con Mauricio Macri, un límite trazado en propia vida por el ex presidente.

Los radicales “macristas” se olvidaron de Alfonsín en la Convención de Gualeguaychú. Invocaron la característica dialoguista y terminaron siendo el furgón de cola de una alianza en donde hicieron el papel de convidados de piedra.

Licuados en la fórmula con “pata peronista”

Desde allí comenzaron a ser mudos testigos de las impopulares medidas tomadas por Mauricio Macri. Los radicales más tradicionales les reclamaron ese silencio y se terminaron diluyendo aún más cuando Miguel Ángel Pichetto se sumó a la fórmula.

La derrota en las últimas elecciones frente a Alberto Fernández, terminó de darle un papel más que secundario al más que centenario partido político. En ese escenario muchos radicales se quieren reciclar apelando a razonamientos individuales.

Bussi dejó de ser un límite

En esa vocación de reinventarse y sólo con la intención de no dejar de lado sus ambiciones de ser gobernador, el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, le dio un guiño político al titular de FR, Ricardo Bussi.

La posibilidad de juntar a ambos dirigentes en una fórmula no cayó bien en un gran sector del radicalismo, ligado a las persecuciones y desapariciones de la dictadura, que consideran que ese paso sería trasponer un límite bien claro.

Un mensaje para adentro más que para afuera

Si bien la mayoría de los analistas políticos observó la maniobra como una reacción a la posible reiteración en 2023 de la fórmula oficial invertida en el peronismo, otros leyeron que se trataba de un claro mensaje hacia adentro.

El destinatario de esta movida no es otro que José Cano, quien pretende recuperar el protagonismo y la conducción del espacio opositor en la provincia, luego de la derrota sufrida por Silvia Elías de Pérez en las últimas elecciones provinciales.

Una curiosidad

Lo curioso es que el intendente de Yerba Buena se mostró muy cercano a la senadora y, de alguna manera, criticó por elevación a aquellos intendentes que “quitaron el cuerpo” a la candidata, entre ellos a Germán Alfaro y Roberto Sánchez.

Ello hace suponer que esta polémica jugada podría contar con el aval del sector que le responde a la senadora, a pesar de que ella al igual que Cano, desecharon en su momento un acercamiento con Bussi.

La negatividad electoral en tiempos de pandemia

Lo que se lee en estas ansias de conducción política de la oposición es que los políticos no visualizan la importancia de salir indemnes de la pandemia, en un ánimo social que no es el adecuado para desnudar sus ambiciones individuales.

Los tucumanos tienen tal nivel de incertidumbre que sólo se preguntan cómo salir de esta crisis generada por el covid-19. La clase política, tanto oficial como opositora, sólo tiene como herramienta la solución de los problemas a través de la gestión.

*Analista político

 

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