Al presidente le juega en contra que Marcelo diga que Sergio Massa y Roberto Lavagna son la mejor opción. Por otro lado, el silencio de Cristina Fernández de Kirchner también es lapidario, porque cada vez que habla CFK, Cambiemos gana votos.

Mauricio Macri jamás pensó que Marcelo Tinelli jugaría tan fuerte a favor de Sergio Massa y Roberto Lavagna. Mauricio Macri conoce la lógica de poder que empuja a Tinelli, y la cantidad de negocios que cerró con Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Sin embargo, el Presidente se sorprendió cuando leyó que Tinelli había afirmado que “Macri y Cristina son dos caras de la misma moneda. Los dos tienen picado el boleto”. En la quinta de Olivos aguardó a que hubiera una reacción en cadena contra la apuesta política del conductor de televisión. Erró: solo el diputado Waldo Wolff cruzó a Tinelli cuando el viernes terminaba. Vía WhatsApp, en una simple línea, Macri le agradeció a Wolff y se refirió a la templanza de la clase política.

Lavagna y Massa

Lavagna y Massa no crecen en las encuestas frente a CFK, y la mención de Tinelli puede empujar sus chances electorales. El ex periodista deportivo tiene influencia en un sector social que está peleado con Macri y respalda a Cristina. “Un frente con Lavagna, Massa o Urtubey, me parece buenísimo, quién sea, tiene que haber una tercera oferta”, agregó ayer Tinelli. Macri volvió a bufar y en Olivos recordaron que Daniel Scioli cerró su campaña presidencial en ShowMatch.

La irrupción de Tinelli es comparada con la montaña rusa del dólar. El Gobierno está atado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no puede usar ningún recurso tradicional para sujetar el tipo de cambio. Sólo le queda subir la tasa de interés, y esa herramienta monetaria implica una mayor recesión económica. La devaluación del peso, la suba de la inflación, el silencio de CFK y las declaraciones de Tinelli afectan la intención de voto de Macri.

Refugiado en Olivos

Macri se refugia en Olivos para diseñar su estrategia electoral. Asume que tiene poco para mostrar en la economía, reconoce que el silencio de CFK beneficia sus chances en los comicios presidenciales y sabe que en los próximos meses sufrirá derrotas en distritos que no puede controlar. El Presidente apuesta a que Omar Gutiérrez –MPN—derrote a Ramón Rioseco, candidato de Cristina en las comicios para elegir gobernador en Neuquén. Y ya hizo el duelo con Horacio “Pechi” Quiroga, que es radical, integra Cambiemos y tomó distancia de Macri. Quiroga está tercero en los últimos sondeos y nadie viajó desde la Casa Rosada para cerrar su campaña electoral.

Pero el Presidente no sólo está preocupado por los resultados en Neuquén y su impacto en las inversiones de Vaca Muerta. Observa con los dientes apretados la estrategia electoral del radicalismo. Los gobernadores de Mendoza y de Jujuy, Alfredo Cornejo y Gerardo Morales, desdoblaron los comicios provinciales y la conducción de la UCR va por la vicepresidencia, una candidatura que Macri no quería compartir con nadie.

Elecciones en Neuquén

El Presidente se prepara para el lunes. Su peor escenario es el triunfo de Rioseco en Neuquén, que esa victoria de CFK afecte la gira de Dujovne por Houston cuando se refiera a Vaca Muerta, y la suba del dólar por la incertidumbre política. Confía en el pulso de Guido Sandleris, presidente del Banco Central, pero no descarta operaciones en la city financiera ejecutadas por ciertos empresarios y banqueros que padecen la investigación de los cuadernos y no aceptan que Macri se hubiera mantenido equidistante.

A Tinelli no le preguntaron si igual apoyaría a Massa y Lavagna, aunque estos dos candidatos aceptaran el apoyo de Cristina a cambio de una amnistía para todos sus casos de corrupción, incluida la causa del Memorando por Irán firmado para garantizar la impunidad de los terroristas de la AMIA. No faltará oportunidad: el conductor ya decidió hacer campaña a favor de los ex ministros de la administración kirchnerista. Y jamás faltó a su palabra.

fuente: infobae

Comments

Comentarios