Durante el Mundial de México 1986, el plantel de la selección argentina se concentró en las instalaciones del club América. Cuando no tenían entrenamientos, partidos o esas interminables charlas de Carlos Bilardo, había muchas técnicas para “matar el tiempo”. Como mateadas y truco, por supuesto. También pasatiempos personales. Como el de Jorge Valdano, que se llevó muchos libros, aunque el entrenador le prohibía leer en algunos momentos porque… “distraía”. O como el de Sergio Batista, que tenía un radiograbador doble cassetera. Pero, sin dudas, la gran vedette de aquella Copa del Mundo fue la cámara de grabación en VHS que compró Néstor Clausen en una de las pocas salidas de shopping de la delegación. El que más la disfrutó fue Jorge Olarticoechea, quien recorrió la concentración durante toda la Copa del Mundo y capturó el material con el que después se realizó “1986. La historia detrás de la Copa”.

La estadía en suelo mexicano fue muy larga. La selección de Diego Maradona fue la primera en llegar y la última en irse. Por eso, no todos la pasaron bien. Claudio Borghi, incluso, hasta pidió regresar. “Pensé que esto era otra cosa. Me aburro. Yo soñaba con el Mundial pero no me lo imaginaba así, tan exigente, tan duro. Debe ser otro de los factores de mi fracaso. No soy tan apasionado como mis compañeros. Quisiera estar ya en Buenos Aires”. Unión de grupo y controlar la ansiedad en la concentración, dos factores que eran fundamentales 32 años atrás.

En el plantel actual de la selección argentina, que se prepara en Barcelona para jugar el Mundial Rusia 2018 , las preocupaciones son las mismas. ¿De qué manera llevar una concentración armoniosa y sin bajones anímicos? Claro, la tecnología es un aliado fundamental en estos tiempos. Comunicación instantánea con la familia, la posibilidad de guardar cientos de libros en un solo dispositivo, las consolas de videos juegos y mucho más.

Pero, más allá del mate y del truco -dos clásicos que no tienen fecha de vencimiento- y de la PlayStation -una marca registrada de esta generación-, la app que es furor dentro de la concentración argentina se llama “el Parchís”. Es una versión digital del juego de mesa que en la Argentina es conocido como Ludo Matic, que tiene varias décadas de antigüedad.

“Salió Parchís”, escribió Willy Caballero, hace dos días, en su cuenta de Instagram. En la imagen que acompaña la publicación aparecen nueve de los 23 jugadores de la selección argentina. Todos rodean un Ipad, en el que se puede ver una partida en pleno desarrollo. En ese momento, a juzgar por la foto, están compitiendo el arquero de Chelsea, Gonzalo Higuaín, el Huevo Acuña y Toto Salvio.

La App del Parchís se puso de moda en España a fines de 2017. Según un informe del sitio Apple5x1, en diciembre era “la segunda aplicación del Top gratis y el número uno en juegos de mesa”.

Incluso, antes de eso ya una moda en el mundo del fútbol. En 2014, cuando jugaban en Barcelona, por ejemplo, Dani Alves y Neymar compartieron varias imágenes de ellos jugando en situaciones de viajes o concentraciones. También se han mostrado fans de este pasatiempo estrellas como Sergio Ramos y Paulo Dybala.

Pero, ¿cómo se juega al Parchís? “El parchís es un juego de mesa derivado del pachisi y similar al ludo, al parqués y al parcheesi. Es muy popular en España. Se juega con un dado y cuatro fichas para cada uno de los jugadores (de dos a cuatro). El objetivo del juego es que cada jugador lleve sus fichas desde la salida hasta la meta intentando, en el camino, comerse a las demás. El primero en conseguirlo será el ganador”, explican, de manera simple y acertada, en Wikipedia.

Con la App, además, existe la posibilidad de jugar online contra amigos o desconocidos y también brinda la opción de extender el juego a seis u ocho jugadores, aumentando la cantidad de casilleros y de colores.

“En la concentración argentina los jugadores duermen, se despiertan, toman mate. Se entrenan, toman mate. Hacen charlas técnicas, toman mate”, decía la popular campaña publicitaria de una marca de yerba durante el Mundial Brasil 2014. Quizás, ese guión ahora debería agregar otra tarea a la rutina: “Juegan al Parchís, toman mate…”.

fuente. lanación

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