El apuro de Mauricio Macri por mover los resortes judiciales para que los ex funcionarios “kirchneristas” vayan presos parece estar relacionado de manera directa con la necesidad de que queden en un segundo plano los temas que erizan la piel de los argentinos. Las reformas previsional y laboral, el submarino, los tarifazos y las promesas que hasta el momento no cumplió.

Cuando el discurso de la “pesada herencia” parace agotarse, el presidente Mauricio Macri parece ingeniárselas para hacer revivir esa teoría en la opinión pública, asistido por gigantes mediáticos y un nutrido ejército de “trolls”. Hace unos días fue la andanada de detenciones que llevaron tras las rejas a ex funcionarios del kirchnerismo, entre quienes se destacaron Carlos Zannini y Luis D´Elía. Sin embargo, el plato fuerte, fue el pedido de desafuero y detención solicitado por el juez Claudio Bonadío sobre la ex presidente Cristina Kirchner.
La decisión judicial generó tal impacto que solamente se hablaba de eso en los medios de comunicación, al punto que hasta la actual senadora debió brindar una conferencia de prensa, rodeada de referentes del peronismo y de otros partidos, que consideraron que la acción ocultaba una intencionalidad política que atentaba contra el estado de derecho.
Más allá de las opiniones de uno y otro sector, lo que quedó claro es que la inserción de este tema en la agenda de los medios de comunicación más importantes del país, generó una especie de “cortina de humo” sobre otras problemáticas sensibles, que estaban generando gran preocupación entre los argentinos.

“Los tarifazos”
Una de las preocupaciones más importantes para una importante cantidad de ciudadanos es el incremento de las tarifas de gas y electricidad, que se vienen realizando luego de las elecciones y que plantean un panorama poco alentador por las subas que se avecinan. A ello se suma la decisión de dejar fluctuar el precio de los combustibles, que se vienen ajustando con más regularidad que de costumbre, en relación directa al precio internacional del petróleo. Las consecuencias de estos incrementos inciden de manera directa en el costo de los fletes y, por consiguiente en el precio de todos los productos de la canasta básica.

Reformas previsional y laboral
Como en este escenario de ajuste hay que generar una baja en el gasto público, la moneda de cambio estará representada por los jubilados y los trabajadores. En el primero de los casos, ya se avanza en una reforma previsional en la que los jubilados verían afectados sus ingresos y los incrementos fijos de los que gozaban con el gobierno anterior. Se habla de un incremento en la edad jubilatoria, lo que no pone contentos a quienes están cerca de obtener ese beneficio.
Otro tanto ocurre en el ámbito laboral, en donde las presiones de los empleadores y de los potenciales inversores, buscan precarizar las condiciones de los trabajadores con el pretexto de movilizar la economía.

El submarino
Una verdadera tragedia fue la ocurrida con los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, cuyo destino aún no se puede develar, pese a la colaboración de barcos, submarinos y tecnología de países que son potencias mundiales. El manejo de la situación dejó al desnudo muchas desprolijidades, además de la precariedad y la falta de inversiones. En este problema no se pudo endilgar, pese a los esfuerzos, la responsabilidad en la gestión anterior. El tratamiento que le dieron a los parientes de estos héroes es otra de las cuestiones que generan polémica.

Pobreza creciente
Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina muestra que el 31,4% de los argentinos vive actualmente en una situación de pobreza, lo que representa a unas 13,5 millones de personas.
Cabe señalar que este informe, que toma datos bajo una nueva metodología de medición mucho más sofisticada y profunda que la del INDEC, revela también que hay un 5,9% de personas en situación de indigencia. Esto equivale a cerca de 2,5 millones de argentinos.

¿La tocan o no la tocan a Cristina?
El asesoramiento del consultor político ecuatoriano Jaime Durán Barba, siempre ha sido certero en lo que hace a Cristina Fernández de Kirchner. Cuando ésta buscó la reelección, el gurú político, le aconsejó a Mauricio Macri que no la enfrentara. En ese momento, el actual presidente se sentía con fuerza para transformarse en una alternativa, pero se frenó ante el sabio consejo: “no se le puede ganar a una viuda”.
Y fue así, Cristina logró la reelección, mantuvo y acrecentó su imagen positiva ante el electorado.
Junto a su asesor, Macri esperó el momento justo para presentarse a la carrera presidencial y vencer al sucesor de Cristina y gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, en un “ballotage”.
Pese a que desde que asumió la presidencia se multiplicaron las causas contra Cristina, nunca estuvo cerca de estar presa, como en el presente. Muchos señalaban que la ex mandataria libre era funcional para que el Peronismo no se uniera. ¿Habrá cambiado de opinión el presidente Macri?

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