Argentina, tierra de desnutrición e inseguridad alimentaria | El columnista del Diario El País de España, Jorge Galindo, posiciona a nuestro país, junto a Venezuela y Guatemala como las caras visibles de la desnutrición y la inseguridad alimentaria, un concepto que hace alusión a la falta de previsibilidad en cuanto a la alimentación diaria de una gran franja de la población que se encuentra en situación de extrema pobreza.
Un retroceso que dañará a varias generaciones
Así se podrían considerar las variables y números que posicionan a nuestro país entre aquellos que lideran el ránking latinoamericano de desnutrición e inseguridad alimentaria.
Los estremecedores datos pertenecen a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), pero tuvieron gran repercusión cuando Jorge Galindo, columnista del diario El País, de España, expuso la alarmante situación por la que pasa Argentina, diferenciándola de lo que sucede en Venezuela, un territorio en donde la violencia y el descontrol tienen su incidencia directa en la alimentación de la población.
Incertidumbre a la hora de comer
El periodista español considera en su opinión que la inseguridad alimentaria es donde comienza el hambre, con personas que tienen incertidumbre en cuanto a qué comerán y que, en algún momento, llegan a no tener alimento disponible, generando situaciones que se profundizan y que derivan en cuadros más graves como la desnutrición.
El informe en el que se apoya la opinión de Galindo, da cuenta de que en Argentina hay 2,1 millones de personas que se encuentran en esta penosa situación, lo que se encuentra directamente relacionado con el crecimiento de la pobreza, dado a conocer por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que anticipó que la pobreza en nuestro país alcanzaría el 35%.
Dos millones de nuevos pobres
Ello representa, según lo indicado en diversos medios por el titular del mencionado Observatorio, Agustín Salvia, alrededor de dos millones de nuevos pobres en los cuatro años de gestión de Mauricio Macri.
También informó Salvia que la pobreza creción un 7% en el primer trimestre de este año, lo que implica el pico máximo de la última década, incluso más que los niveles de pobreza alcanzados en 2014.
Luego de esas mediciones, señalan un amesetamiento, aunque la situación no se revierte y eso es lo que preocupa a quienes vienen siguiendo de cerca las mediciones de pobreza, en especial las que están afectando a los menores y jóvenes, que se encuentran en una situación de mala alimentación que podría generar consecuencias irreversibles en su desarrollo integral.
Cabe destacar que las cifras del INDEC no se encuentran alejadas de las mediciones de la UCA.
Un país rico sumido en la crisis constante
Volviendo a la publicación en El País, en comparación con Venezuela, los índices argentinos no son tan graves, el analista español considera que el contraste entre el crecimiento de la pobreza y el potencial de un país rico como Argentina es lo que preocupa y llama la atención.
Sostiene que “resulta descorazonador que una de las naciones más ricas del hemisferio Sur esté creando pobreza en lugar de destruirla”.
“La economía no remonta”
Galindo analiza la situación atribuyendo responsabilidades, tanto a la gestión actual de Macri, como a la de su antecesora Cristina Fernández de Kirchner. En ese sentido, afirma que “la inflación carga de nuevo con buena parte de la culpa”.
Señala la ineficacia de Macri para sortear la crisis y evitar una escalada de precios insoportable, que alcanzó el 55,8% interanual a junio de 2019.
Para dar una idea de lo que esto significa, compara que los aumentos de precios que se dan en Argentina en un mes, se concretan en Chile en un año. Nuestro vecino y vencedor en dos finales de la Copa América, no tiene problemas con la inflación y el incremento de precios.
La pobreza a lo largo de una década y media
Galindo sostiene que la pobreza hizo una especie de U en una década y media y señala que en 2011 el porcentaje de pobres ascendía al 16% de la población, mientras que el año pasado se remontó al 26%.
Considera que el ciclo económico en nuestro país no pudo arreglarse y que en paralelo fue creciendo la desnutrición y la inseguridad alimentaria, un término con el que los argentinos tendrán que convivir por mucho tiempo si no se solucionan aquellas variables económicas que generan más pobreza en nuestro país.