Nota de tapa: golpean a los vecinos en vez de cuidarlos

La agresión a Eduardo Herrera (29) por parte de agentes de la Guardia Urbana Municipal pone en debate las atribuciones que tienen con respecto al control de vehículos y los límites con respecto a las agresiones que pudieran tener con civiles. Las lesiones del joven y las ridículas versiones dadas por el secretario de Seguridad de Yerba Buena, Mauricio Argiró.

Un verdadero escándalo se desató cuando trascendió, en carácter exclusivo el domingo pasado, a través de la página www.diariocuartopoder.com, la agresión que sufriera Eduardo Herrera por parte de integrantes de la Guardia Urbana Municipal de Yerba Buena (GUM).
El muchacho, a quien le restan sólo un par de materias para recibirse de abogado, regresaba esa madrugada a su casa, caminando con la moto a su lado. En el trayecto fue sorprendido por un grupo de personas vestidos con trajes camuflados y rostros cubiertos, quienes no se identificaron. Le solicitaron los papeles de la moto, a lo que el joven se negó. Los agentes, que eran de la Guardia Urbana Municipal (GUM), llamaron a la policía. Cuando un efectivo policial llegó al lugar y confirmó que la moto no tenía pedido de captura, ellos le dijeron que se harían carpo. A los minutos, según los testigos presentes, llegó el propio secretario de Gobierno yerbabuenense, Lisandro Argiró, quien le dijo al joven que tendrían que arreglar porque si no irían a la comisaría.
Herrera llamó a su madre con su celular y en ese momento, los agentes subieron la moto a una camioneta. Al reclamar porque se llevaban su vehículo, siempre según los testigos a los que consultó Diario Cuarto Poder, los agentes comenzaron a golpearlo mientras el joven trataba de defenderse como podía. Argiró se retiró del lugar en su camioneta Hilux. Cuando su madre y su hermana llegaron al lugar, el joven estaba dentro de un patrullero y uno de los integrantes de la GUM intentaba abrir la puerta para seguir agrediéndolo. La hermana se subió al móvil policial y se fueron del lugar hacia la comisaría.
Una vez en la sede policial, llegó el secretario de Seguridad, Mauricio Argiró, junto a varios agentes, pero no todos los que habían golpeado al joven. Se metió dentro en la oficina de la autoridad de turno, que se identificó con el apellido Garrido y una hora después salía de allí con el resultado de haber denunciado al joven por lesiones, atentado y resistencia a la autoridad pública. El agente de la GUM que aparece en la denuncia -uno solo- no tiene ni un raspón, mientras que el joven presenta lesiones diversas en todo el cuerpo.
Testigos en el lugar dijeron que una de las agentes le apuntó a la cara con el arma municipal -esa que dispara postas de goma con una fuerza de 80 kilogramos el impacto-, pero la mujer no apareció por la comisaría y se retiró de inmediato del lugar al notar que algunos de los presentes estaban sacando fotos y filmando con sus celulares.

En libertad
Herrera permaneció detenido hasta el lunes pasado, sin que se le permitiera realizar la denuncia en la sede policial. El fiscal Arnoldo Suásnabar, luego de tomarle declaración, le dio la libertad. “La situación que viví es humillante. Me pararon en la calle personas con uniformes camuflados, con los rostros tapados con sus pasamontañas y sin ningún tipo de identificación. ¿Cómo creen que se les pueda entregar documentos si no se sabe quiénes son ellos? Me lastimaron la cara, las piernas y en el pecho tengo hematomas de los golpes que me propinaron con las cachiporras. Eso quedó asentado cuando me revisó el médico de la Policía”, explicó el joven luego de obtener la libertad.

Rostros cubiertos
En tanto que el secretario de Seguridad de Yerba Buena, Mauricio Argiró, no sólo negó que los agentes del GUM golpearan a Herrera, sino que también aceptó que se encontraban con los rostros cubiertos, pero argumentó que ello se debía al intenso frío. Las lesiones del estudiante de abogacía, sin embargo, existen y se ven a simple vista, además de las que fueron constatadas en el hospital.
La publicación de la información por parte de Diario Cuarto Poder, generó una reunión entre el intendente Mariano Campero, con los agentes del GUM, además de un pedido de explicaciones a sus funcionarios, sin que se haya tomado medida alguna.

Se desvirtuó el proyecto original
La iniciativa de formación de la Guardia Urbana Municipal en Yerba Buena, le correspondió a los concejales Benjamín Zelaya, Maximiliano García, Lucas Cerúsico y Pedro Albornoz Piossek, pero la idea original estaba centrada en el cuidado de espacios públicos, sin ningún poder de policía, porque legalmente no corresponde.
El proyecto de ordenanza fue aprobado en aquella sesión irregular en la que funcionaron los concejales camperistas sin contar con el quórum establecido (la mitad más uno). En esa oportunidad, los ediles que respondían al intendente introdujeron cambios que desvirtuaron las funciones de los mencionados guardias, que no deberían tener la responsabilidad de controlar vehículos, ni exigir documentación alguna, sino que deben llamar a la Policía en vez de actuar por su cuenta.

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