Murió Sara Figueroa, ícono de las empanadas tucumanas

Sara-Figueroa
Foto: La Nación
Empanadas tucumanas | Sara Figueroa falleció a los 89 años, tras estar una semana internada. Será velada desde las 22.30 en la sala de sepelios del Instituto de Previsión Social, sita en el 6° piso de Las Piedras 530.

Una receta familiar que se transformó en mito

Sara Figueroa formaba parte del paisaje del Paseo de la Independencia. Más de 50 años vendió frente a la puerta de entrada de la Casa Histórica, sus deliciosas empanadas, producto de una receta heredada de su madre.

Su talento especial para preparar esa tradicional comida, se sumaba a la pasión que le ponía. En una entrevista hace años, para La Nación sostuvo: “Tengo amor por las empanadas, son mi vida”. Toda una definición.

Una fama bien cimentada

La mujer se hizo una fama tan grande que hasta las personalidades que visitaban la Casa Histórica, querían conocerla y se fotografiaban con ella y, por supuesto, con las exquisitas empanadas que supo preparar hasta hace días.

“A mí me alegra, pero no me agranda. Me gusta charlar con todos. Cuando voy llegando ya gritan: ‘¡ahí viene, ahí viene!’ y me aplauden. Si usted viera cómo se me amontona la gente para sacarme fotos. Me hacen llorar”.

Una humildad sin límites

“Sólo soy una mujer humilde a la que Dios le dio este don”, solía decir Doña Sara Figueroa, a la que no le gustaba mucho que le dijeran que era famosa. A esa expresión siempre replicaba: “¡No! No soy famosa. Soy Sara Figueroa, nada más”.

Su simpleza siempre llamaba la atención de los turistas y de los comprovincianos, que sabían que ella había sido la primera y la más famosa Campeona Nacional de la Empanada. Con ese título se fue a la eternidad y quedará en la memoria.

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