El Presidente envalentonado con la marcha de ayer, buscará polarizar con su principal adversario y espera sacarles votos a Roberto Lavagna y Juan José Gómez Centurión.

Después del primer debate, pasó lo que se preveía que iba a pasar. El equipo de campaña de Mauricio Macri hizo trascender que el candidato del Frente de Todos había sido arrogante y agresivo y que el Presidente había dejado una buena imagen, en especial sobre el final. Por el contrario, los asesores de Alberto Fernández resaltaron que Macri había sido tibio, y demolido por el ex jefe de Gabinete.

Tanto los funcionarios de gobierno como los dirigentes del Frente de Todos se fueron de Santa Fe satisfechos. Solo los asesores de Roberto Lavagna, el tercero en discordia, dejaron la provincia desolados: según confiaron, el ex ministro, de deslucida participación, no plasmó en el primer debate casi nada de lo que había estudiado. Ni siquiera estuvo afilado con los tiempos, algo que Macri y Fernández se habían ocupado de ensayar con precisión.

Ahora, a una semana de las elecciones que sellarán su destino político, Macri va por la revancha. Tras el multitudinario acto de ayer sobre la avenida 9 de Julio, un respaldo a su candidatura con el que nadie había soñado en Casa Rosada horas después de las primarias de agosto, el Presidente buscará esta noche mostrar más firmeza y confrontar con mayor decisión con el postulante del Frente de Todos, según adelantaron fuentes oficiales. Para tratar de seducir indecisos y birlarle electores a otros candidatos, como Lavagna y Juan José Gómez Centurión.

“Va a describir cómo funciona uno y otro modelo”, aseguró un colaborador presidencial que desde el final del evento del domingo pasado trabaja junto al equipo de discurso en apuntalar el mensaje del jefe de Estado.

Macri, resaltan los responsables de la comunicación oficial, se contuvo en varios pasajes del primer debate ante las constantes afirmaciones del ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner, que salió con los tapones de punta desde el primer minuto.

El mandatario solo atinó a contraatacar cuando vinculó a Axel Kicillof con el narcotráfico -la chicana no había sido ensayada- y en el cierre, al mencionar al “dedito” y el “atril”, una improvisación de último momento pergeñada en el camerino por el equipo que lidera Marcos Peña.

Incluso desde el Frente de Todos se habían preparado en la previa para un repaso contundente de Macri por su política exterior en el eje Relaciones Internacionales y un contraste con la gestión K en ese rubro. El Presidente fue, según los colaboradores de Fernández, menos firme de lo esperado.

Según pudo saber este medio, el jefe de Estado machacará en, al menos, tres de los temas contemplados en los cuatro ejes del evento de esta noche: Seguridad, Infraestructura y Calidad Institucional. El resto de los temas son Empleo, Producción, Federalismo, Rol del Estado, Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda.

Por el formato, a diferencia del domingo pasado, a Macri le toca además hablar después del candidato del Frente de Todos en 12 de sus 14 intervenciones previstas. En Santa Fe fue al revés: el Presidente daba su mensaje, y Fernández contestaba.

En el Gobierno se ocuparon de que no trascendieran demasiados detalles. Pero Macri tratará de que la alusión a los casos de corrupción K investigados por la Justicia sea uno de los platos fuertes de la noche. “Me alegra y me sorprende que el Frente de Todos ahora hable de corrupción. Creo que en el próximo debate tendremos mucho para hablar”, había adelantado el domingo pasado en medio de la discusión, durante el eje Economía y Finanzas.

El de Seguridad será otro de los capítulos que el Presidente buscará capitalizar, en contraposición con el anterior gobierno. Patricia Bullrich le acercó al equipo de discurso presidencial estadísticas sobre baja en el delito de homicidios, sobre incautación de drogas y cifras en general sobre su gestión. La lucha contra el narcotráfico será uno de los destacados de Macri.

La ministra de Seguridad, que tomó las riendas del área por una carambola, se convirtió en una de las funcionarias más preciadas por el jefe de Estado. Bullrich es de las más populares entre el voto duro macrista.

fuente: infobae

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