En calle San Juan al 600 se produjo un violento episodio que tuvo como protagonistas a cuidacoches que el intendente Germán Alfaro se niega a eliminar de las arterias de la ciudad: Uno le asestó tres puñaladas a otro trapito a metros de un local de comida rápida. Este caso se suma a otro ocurrido frente al FF.CC Mitre cuando dos trapitos mataron a otro por el “territorio”.

Para la policía habría sido una nueva pelea por el dominio de los lugares para cobrar el estacionamiento, actividad que no está permitida y que nadie controla, ya que por ahora es gratuito estacionar en más de 300 cuadras del casco capitalino.

Herido con arma blanca

Roque Olivera, de 36 años, se presentó en la base de Dirección de Guardia Urbana para denunciar que su compañero Guillermo Morales (35) había sido gravemente herido. A los pocos minutos, un llamado del servicio 911 alertaba que al sanatorio de la zona había ingresado un hombre con tres heridas de arma blanca.

Los policías reunieron varios testimonios y sospechan que Olivera había sido autor del brutal ataque. Cuando fueron a buscarlo, intentó escapar, pero fue reducido en la esquina de Marcos Paz y Maipú. El herido terminó siendo trasladado al Centro de Salud donde aún se encuentra internado en estado reservado.

Personajes “muy densos”

Fernanda Décima, que vive en la cuadra, indicó que no sabía del incidente, pero reconoció que esa es una cuadra conflictiva. “Los fines de semana y los feriados se ponen muy densos estos personajes. Siempre se observa o se escucha alguna discusión importante porque la gente no les quiere pagar el servicio que supuestamente brindan”.

“Fue una locura. Empezaron a pelearse porque uno le cobró a un automovilista que parece que lo había cuidado otro. Fue una pelea muy violenta. Primero empezaron con golpes y después uno sacó un cuchillo y le dio tres golpes. Nunca pensé que vería una escena así. No se puede creer el nivel de violencia que se vive ya en esta zona”, explicó otro vecino de San Juan al 600.

Cobran lo que quieren

A los automovilistas también les preocupa el accionar de los “trapitos”. “Estamos cansados de estos personajes. Por los valores que se manejan, cada vez es más difícil dejar un auto en una guardería. Entonces, tenemos que salir a buscar estacionamiento en la calle y somos víctimas de estas personas que cobran lo que quieren. Y si no les pagás, tenés problemas”, señaló Fabiana Marengo.

Otro vecino se quejó porque la actividad de cuidacoches no tiene ningún tipo de control. “Venís a trabajar y le tenés que pagar; salís a la noche y también le tenés que pagar; y vas a la cancha, a cualquiera de las dos, y hay que pagar. Lo más grave es que ya no es a ‘tu voluntad’. Si no tenés voluntad de pago, te putean o le hacen daño al auto. Esto es Tuculandia y a nadie le importa”. El hombre se quejó y con razón ya que la Municipalidad se hace la desentendida, mira para otro lado y descuida a los vecinos que pagan sus tributos para no tener conflictos con los trapitos.

La municipalidad “hace la vista gorda”

El tema del estacionamiento en las calles de la ciudad corresponde que sea controlado por la Municipalidad. Ellos, como hacen las multas a los que no cumplen con las normas, deberían erradicarlos. Pero no quieren hacer cargo de esa situación, al punto de que ya se extendió esta actividad ilegal más allá de las 4 avenidas y en cada calle hay un cuidacoche que exige el pago por “cuidar” el auto que alguien estaciona para evitar que le rayen el auto si no le pagan.

En tanto la policía dice que ellos no son responsables ni tienen la función de controlar el estacionamiento en la calle.

 

 

 

fuente. lagaceta

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