Por Julio Denis para Diario Cuarto Poder

El mundo está cambiando debido a la pandemia de coronavirus, nada volverá a ser igual cuando esta terrible enfermedad se haya ido. Nuestros hábitos de higiene, nuestras conductas, nuestra forma de ser responsables con uno mismo y con quienes nos rodean están siendo puestos a prueba y la vida misma es lo que está en juego.

Las decisiones tomadas por nuestro Presidente, Alberto Fernández, son un ejemplo para el mundo. El mandatario nacional decidió, según sus propias palabras “”Si el dilema es la economía o la vida, yo elijo la vida”, aseguró con determinación y las medidas proteger a los más necesitados fueron tomadas.

Algunos países, como ser el Reino Unido, Estados Unidos o Brasil tomaron la decisión de poner sobre sus ciudadanos a la economía, con discursos y medidas desacertadas como la de asegurar  que “los brasileños son inmunes a la enfermedad”  según Bolsonaro, presidente de Brasil, o cuando Trump, presidente de Estados Unidos, decidió escuchar a sus asesores económicos en lugar de prestarle el oído a los especialistas médicos, Ni que hablar del primer ministro británico,  Boris Johnson, quien se encuentra en terapia intensiva tras haberse contagiado del mortal virus.

Los líderes del mundo que equivocaron el camino hoy ven con horror que las medidas que no fueron tomadas en su momento se transformaron en hospitales llenos de enfermos, servicios de emergencias colapsados y lo peor de todo, la pérdida de miles de vidas inocentes.

Hoy, a más de tres semanas del inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio, Argentina tiene un total de infectados asciende a 1795, del total de los nuevos contagiados, 767 son importados, 618 son contactos estrechos, 224 son casos de circulación comunitaria y el resto se encuentra en investigación epidemiológica y la cifra de muertes asciende a 65. Teniendo en cuenta estas cifras deducir que el porcentaje de mortandad ronda el 3,5%, una de las más bajas del mundo.

Nuestro país viene de cuatro años donde se tomaron medidas desacertadas, donde se benefició a los más poderosos dejando de lado a los vulnerables, donde el nivel de endeudamiento superó las marcas históricas, donde se liberó el mercado para especuladores y delincuentes se aprovecharan del pueblo, donde los bancos cobraron los intereses que se les antojó sin control del Banco Central. Hoy, aún con el país devastado económicamente, Alberto Fernández decidió que el pueblo va primero, que la deuda la podemos pagar más adelante, que la vida es más importante que nada, que no hay lugar para corruptos que se benefician de los sobreprecios, ni para irresponsables que no respetan la vida de los demás incumpliendo la cuarentena.

Necesitábamos esa voz de mando, necesitábamos alguien que dejara de hablar de bienestar social y se ocupara de ellos. Las medidas tomadas, como ser el congelamiento por 180 días del precio de alquileres y actualizaciones, así también como los desalojos, la implementación de una ayuda de emergencia para trabajadores informales y monotributistas , garantizar que los servicio básicos no podrán ser sujeto de suspensión por falta de pagos, el bono a los verdaderos héroes de esta gesta, los trabajadores de la salud y muchas más medidas que buscan preservar el orden y garantizar la seguridad alimentario son la clara muestra que nuestro destino está en buenas manos.

Apoyo a las provincias

El Presidente no está sólo en esta gesta, los gobernadores también acompañan las medidas y son consultados, mediante videoconferencia sobre las novedades de cada región y las acciones a tomar en los inmediato y corto plazo, es así que  Alberto Fernández dispuso, por decreto, destinar 120.000 millones de pesos para reforzar el accionar de los gobiernos provinciales, en el marco de las medidas generales para enfrentar la pandemia de Covid-19 y sus consecuencias, según se informó oficialmente.

De ese total, 60.000 millones de pesos, se distribuirán en forma directa a través de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), que es una herramienta del Ministerio del Interior, en tanto los 60.000 millones de pesos restantes, serán otorgados desde el Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial mediante créditos preferenciales con tasas de interés bajas y un plazo de gracia hasta el 31 de diciembre.

Salida de la cuarentena

Como ya lo anunció Fernández, la salida de la cuarentena no será rápida, llevará su tiempo, se prevé que la cresta de la ola será en mayo y desde allí se deberá comenzar, de a poco, a retomar las actividades. “No me corran con la economía”, indicó ante los pedidos para que se levante la cuarentena. Más temprano, aseguró que los especialistas esperan el pico de contagios para la segunda quincena de mayo y dijo que “no se va a flexibilizar” el aislamiento social.

“Acá no hay ningún levantamiento de cuarentena. En los centros urbanos vamos a estar mucho más estrictos”, adelantó el presidente Alberto Fernández respecto a lo que se decidirá una vez que termine Semana Santa.

Con todo, destacó que “lo que más me preocupa es la salud de los argentinos”, pero que “eso no quiere decir que no me preocupe la economía. Ahora necesito que se cuiden y les garantizo que voy a hacer todo lo necesario para que las empresas no cierren ni dejen sin trabajo a los argentinos”

Antecedente histórico

La poliomielitis o polio es una enfermedad que causó estragos en todo el mundo. En Argentina, los brotes en la década del 50 afectaron a miles de personas. En 1956, se produjo la mayor epidemia de la historia en el país: 6.496 casos notificados de una enfermedad que puede causar la muerte o una severa discapacidad. Una imagen representa claramente lo que fue la polio y sus devastadores efectos: salas de hospitales con pulmotores uno al lado del otro.

A mediados del siglo pasado, el panorama era desalentador. Pero la investigación científica y la innovación farmacéutica también pudieron torcer el curso de esta enfermedad, que hoy va camino a ser la segunda erradicada en el mundo luego de la viruela.

Ese año, las clases comenzaron en julio, debido a la terrible epidemia.

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