La nenita nació con una piernita más corta y los médicos le propusieron a la madre hacer el insólito tratamiento. Gracias a eso, la chiquita se curó.
MUY Curioso04.05.2016
A Elsie le estiraron la pierna unos diez centímetros como si fuera un chicle.
A Elsie le estiraron la pierna unos diez centímetros como si fuera un chicle.
LA FUERZA DEL AMOR TODO LO PUEDE
Le fracturó 300 veces la pierna a su hija para que no se la amputaran
La nenita nació con una piernita más corta y los médicos le propusieron a la madre hacer el insólito tratamiento. Gracias a eso, la chiquita se curó.
Elsie Moravek, de Michigan, Estados Unidos, nació con la piernita izquierda más corta por un defecto genético y el tratamiento que evitó la amputación causa dolor de solo leerlo.
Los médicos le propusieron Jackie, la madre, una solución poco ortodoxa, casi medieval, que angustiaría a cualquier padre: quebrarle los huesos del fémur a su hija tres veces por día, durante cuatro meses, hasta que el tamaño se corrijiera. Estirarla como si fuera un chicle, podríamos decir.
Jackie, con mucho dolor y valor, lo hizo. Unas 300 veces lo hizo. Hasta que la piernita de Elsie alcanzó la longitud normal. Los doctores también tuvieron que reconstruirle la cadera, el tobillo y la rodilla.
No fue nada fácil. Elsie estuvo medicada durante todo el tratamiento. Evitaba así el dolor. Si no, la pequeña habría sufrido demasiado. Sin embargo, aún dándole medicamentos, el procedimiento fue doloroso y Jackie se sentía desesperanzada al ver a su hija sufrir. Y no era para menos: con sus propias manos, debió activar el sistema mecánico que separaba el fémur de la tibia. Así de cruel era el tratamiento.
Pero, a pesar de la tortura y la angustia, los médicos consiguieron lo que pretendían, que la pierna corta se alargase diez centímetros. Hoy, Elsie camina como una nena normal.