La vacunación contra el coronavirus en primera persona

Por Julio Denis* | Es incuestionable el trabajo que vienen realizando los trabajadores de la Salud día a día, exponiendo sus vidas y la de sus familiares en la lucha contra la pandemia.

Esta semana comenzó la vacunación para diversos grupos de riesgo en nuestra provincia, y al pertenecer a uno de ellos me acerqué a uno de los nodos de vacunación dispuestos para dicha tarea.

Contra viento y mareas

El miércoles, pese al mal clima reinante en la provincia, me encontré con cientos de personas que buscaban el mismo objetivo, terminar con el miedo a este terrible virus que azota el mundo entero.

Cómo se imaginarán, la cola era bastante populosa, pero desde el inicio del horario de atención se notó el gran trabajo que realizan los trabajadores de la Salud tucumana.

La contención necesaria

Personal sanitario recorría la fila respondiendo todas las inquietudes de las personas que allí esperaban y llevando tranquilidad sobre la inoculación.

Esta tarea, que quizás para algunos puede parecer secundaria, es de vital importancia, es la viva muestra de todo lo que entregan día a día estos trabajadores, que más allá de la vocación entregan sus vidas por el bien común.

Personal sanitario despejando las dudas de los asistentes con la mayor amabilidad.

La espera se hizo muy amena y fue mucha menos que la esperada. Cuando me tocó el turno de ingresar a vacunarme, el personal realizaba una instrucción sobre la vacunación, recomendaciones y el momento de recibir la segunda dosis.

Seguramente cansados de esta tarea tan agotadora, siempre con una sonrisa y la buena predisposición hasta de bromear con los asistentes.

Hoy, con la noticia de los descuentos en los haberes de dichos trabajadores, uno no puede más que indignarse y preguntarnos ¿Era necesaria esta medida para quienes nos han entregado tanto sin pedir nada a cambio? La respuesta es más que evidente.

Debemos valorar a estas valiosas personas, que le estan poniendo el pecho a esta difícil situación, luchando con la peor de las pandemias de la que casi todos tengamos memoria.

Mis aplausos y respetos al personal de Salud que son los grandes héroes de esta gesta.

*Columnista

 

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