San Pedro de Colalao integra lo que se conoce como el Valle de Choromoros junto a localidades como Trancas, Rearte, Chuscha, Choromoro y Hualinchay. Pero si uno hace base en la llamada “Sucursal del Cielo”, tiene la posibilidad de recorrer circuitos que se clasifican por su distancia.

Si uno no anda demasiado apurado y quiere disfrutar de una saludable caminata, puede optar por el denominado circuito chico, en donde se puede recorrer de 1 a 5 kilómetros.
El recorrido comprende el casco céntrico de San Pedro de Colalao. La accesibilidad es óptima, no se necesitan guías especializados y no requiere de mucha exigencia física. Se puede comenzar desde el mismo centro de esta villa veraniega, en la plaza Leocadio Paz, ubicada entre calles Las Heras, 24 de septiembre, 25 de mayo y 9 de julio. Cuenta con una frondosa arboleda, la mayoría de tipas. Su característica radica en que está enmarcada por pircas (del quechua y aimara «pirqa», pared o muro de piedra sobre piedra) que hacen una plaza de estilo único, sumado también a que en su interior se encuentran pintorescos monumentos; por ejemplo de estilo francés e Italiano. Alrededor se encuentran construcciones y antiguas casas del siglo XIX. Entre esas construcciones se encuentra la Iglesia de San Pedro, entre las calles 24 de septiembre y 25 de mayo. Fue construida en el siglo XIX por los hermanos Medici. Provenientes de Módena. En su interior se encuentra un lienzo que representa a la Inmaculada Concepción (obra realizada por el italiano Gaspar Spadafora). También se encuentra una imagen del Santo Patrono tallada en madera blanda cuya antigüedad es de 300 años. Otro elemento importante que guarda la Iglesia es una campana de 87 kilogramos de oro, hierro y cobre. Esta campana fue transportada por Jesuitas en el siglo XVII y extraviada en el camino a causas de una tormenta. Años después la misma fue encontrada en la alta montaña por un lugareño.

San Pedro de Colalao 2
Otro de los atractivos es el Cabildo Indiano, que se encuentra en la calle 24 de septiembre y su construcción data del 1850. Fue allí donde se realizó el censo del último grupo de aborígenes Tolombón y Colalao. En el mismo lugar funciona un museo y el Juzgado de Paz.
Cuando uno descansa, también hay lugar para la reflexión y la fe, por lo que una visita a la Gruta de Lourdes puede resultar placentera. Se encuentra en el acceso al pueblo de San Pedro de Colalao. Es una réplica a la original que se encuentra en Masabielle Francia. Fue construida en los años ’80 y en sus paredes se encuentra incrustada una piedra de la gruta original. La devoción, la paz especial que emana de este sitio o la espectacular vista panorámica que desde allí se aprecia son buenas razones para visitarla. Todos los 11 de febrero se lleva a cabo la representación del Milagro de Lourdes en una megaescenificación que reúne a más de 300 actores.

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En tanto que a la hora de buscar postales hermosas en el paisaje, una cita ineludible es trasladarse a Monte Bello, un mirador natural que se encuentra pasando el río tipas por calle San Martín hacia el noroeste. En la cima se encuentra una cruz, lugar desde el cual se observa al pueblo en todo su esplendor. Lugar ideal para meditar o hacer Mountain Bike.
Por último, el contacto con los animales, tanto autóctonos como exóticos se puede concretar en una visita a la Reserva Fitozoológica Doctor Carlos Pellegrini, ubicada a 3 kilómetros del centro por calle Las Heras.

Por Ricardo Rivas
Enviado especial

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