Llamados por la funcionaria, la policía dispersó a los invitados de la fiesta.

Una denuncia telefónica alertó en la madrugada a los uniformados de la comisaría de Yerba Buena: era la interventora del Instituto Provincial de la Vivienda, Stella Maris Córdoba, para denunciar que en un domicilio a metros de su casa (calle Santo Domingo al 1.100), se estaba realizando una fiesta con música a alto volumen y que en la calle había muchos autos estacionados.

Los efectivos de la comisaría se dirigieron al lugar y al intervenir lograron dispersar al menos a 100 personas. Según versiones extraoficiales, algunas de la cuales que habían ido en auto, no lograron superar los test de alcoholemia.

Denuncia por escrito

La denunciante, posteriormente realizó la correspondiente denuncia en sede policial.

Según consta en el escrito, la funcionaria del gobierno observó que en la casa de la “familia Scarleta” se estaba realizando una fiesta con una gran cantidad de invitados y que la cuadra estaba llena de autos.

Por no estar permitida las reuniones sociales de más 10 personas en el marco de la pandemia de coronavirus y las medidas establecidas por el Comité Operativo de Emergencia (COE), la policía tomó intervención.

Ningún detenido

Tomó intervención también la Unidad Fiscal De Flagrancia de turno, a cargo de Gabriel Veglio, quien dispuso que no se adoptaran medidas privativas en contra de ningún integrante de esa fiesta.

El dueño de la casa, Mario Daniel Scarleta, de 50 años, abogado, dijo que desconocía que allí se estaba llevando a cabo una fiesta, ya que no se encontraba en el domicilio. Su hijo, un médico de 28 años, habría convocado la reunión.

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