La nota de tapa: Camperito y su violín

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El otorgamiento de un subsidio por parte del municipio de Yerba Buena, a un taekwondista que fue condenado a 12 años de prisión por haber abusado de su propia hija. Si bien el beneficio se otorgó antes de la condena, el caso era ampliamente conocido por la opinión pública. La firma del intendente Mariano Campero.

El intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, otorgó el 7 de marzo un subsidio de 20 mil pesos al taekwondista Sixto Ybarra, para participar del campeonato mundial de la especialidad que recientemente se realizó en Italia. Lo paradójico es que el deportista estaba envuelto en un escándalo acusado de abuso sexual contra su propia hija y esperaba el juicio oral, que finalmente terminó con una condena a 12 años de prisión.
En la resolución N° 028, que lleva la firma de Campero, se destaca que Ybarra había salido primero en el torneo selectivo que se realizó para la citada competencia. La erogación, que también fue autorizada por el secretario de Hacienda municipal, Marcelo Soria Catania, y la jefe de Despacho, María Elena Moya, sostiene que la ayuda económica fue imputada a la partida principal 12, en la cuenta “Subsidios y Beneficencias” del presupuesto municipal vigente.
La ayuda económica salió de las arcas de la “Ciudad Jardín” con el libramiento N° 000519, emitido el 30 de marzo de 2016 por el citado importe. Más de un mes y medio después, el deportista estaba en el banquillo de los acusados escuchando la condena a 12 años de prisión por haber abusado sexualmente de su hija, causándole un grave daño a su salud mental, según dijeron los magistrados en la argumentación de la sentencia, emitida por la Sala III en lo penal.

Los hechos
Las autoridades judiciales señalaron en el fallo que “entre marzo y abril del año 2012 el imputado, aprovechando que la víctima tenía 16 años y creía que era su padre biológico, empezó a tener contacto y frecuentarla con la única intención final de tener relaciones sexuales con ella”.
El vínculo de sangre fue comprobado, aunque la menor no había sido reconocida por su padre y se constató que el acercamiento del sujeto a la joven se produjo invocando esa relación de padre e hija. Una vez ganada su confianza, el taekwondista la enganó diciéndole que la iba a contactar con agencias de modelaje en las que tenía conocidos. Con el pretexto de tomarle fotografías para esa finalidad fue que se produjo el delito, agravado por los reiterados ataques sexuales.
En la etapa de alegatos, el fiscal de Cámara Daniel Marranzino solicitó la pena de ocho años de prisión para el imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal. Por su parte, el abogado querellante Félix Lo Pinto Colombres pidió 20 años de reclusión para el acusado, además de que permanezca con prisión preventiva hasta que quede firme el fallo.
En cuanto al defensor Francisco Torres, consideró “que un hombre abusador es como un perro que muerde, que siempre vuelve a hacer lo mismo, pero que la falta de antecedentes penales de su representado demostraba que no se trataba de un abusador sexual”. En ese sentido, manifestó que no podía pedir absolución ni la condena de su defendido porque faltaban pruebas para sostener tremenda imputación, pidiendo que se declarase la nulidad del proceso y que se mandase la causa de nuevo a investigar de forma correcta y, en caso adverso a sus pretensiones, solicitó la absolución de su defendido teniendo en cuenta la situación crítica de salud de su esposa.
Finalmente, la condena fue por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar un grave daño a la salud mental. Ybarra está alojado en el presente en el Penal de Villa Urquiza en cumplimiento de esa condena.

Un caso conocido
El municipio yerbabuenense le otorgó la ayuda económica antes de que se llevara a cabo el juicio, pero el caso ya había salido a la luz a través de los medios de comunicación, por lo que ni el intendente Campero, ni sus funcionarios, pueden aducir que desconocía el grado de complicación que tenía el deportista en la mencionada causa judicial, que finalmente terminó con su condena.
El 23 de Mayo, el mismo día en que se le leyó la sentencia, dejó de gozar de su libertad, lo que generó que no pudiera competir en el mencionado torneo. Sin embargo, pese a que el dinero que le entregó el municipio de Yerba Buena, no se usó para el fin al que estaba destinado, las autoridades no le exigieron el reembolso. La desgracia de Ybarra también le llegó por parte de la Federación Tucumana de Taekwondo, que decidió suspenderlo.

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