Como el año pasado, volvieron las manifestaciones a una Feria marcada por la crisis en el mercado del libro. El feminismo tuvo un rol protagónico en el discurso de Rita Segato.

Todo indicaba que sería un día tranquilo. Aunque, analizando el contexto, ¿por qué habría de serlo? Una vez más, la Feria del Libro fue el termómetro de una crisis que tiene varios aspectos. Por un lado, la caída de la industria editorial y la falta de políticas públicas que eviten el colapso del mercado del libro se vieron reflejadas en el discurso de la presidenta de la Fundación El Libro María Teresa Carbano.

Conflicto con el Gobierno

Por otro, el conflicto abierto entre el Gobierno y los docentes de la educación pública: así como el año pasado hubo incidentes en el acto de apertura de la feria en contra de la implementación de la UNICABA, este año se repitió, sólo que el reclamo fue por la financiación integral a los bachilleratos populares.

Escraches

Pablo Avelluto, secretario de Cultura de la Nación, volvió a ser el blanco de los escraches. Y por último, el cántico permanente por el aborto legal, seguro y gratuito que vuelve a estar en agenda: el 28 de mayo se presentará el nuevo proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Eran las 18:30 pasadas cuando sonó el himno en la Sala Jorge Luis Borges. Se trataba de la inauguración de la 45° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. En el público se encontraban las escritoras Cecilia Szperling, Dolores Reyes, Elsa Drucaroff, Claudia Aboaf, Gabriela Saidon, entre otras, que exhibían en bolsos o en sus propias muñecas el pañuelo verde que significa la adhesión a la lucha por el derecho al aborto. Pero no sólo mujeres, sino que miembros del género masculino como Franco Torchia, que presentará la edición del cuarto tomo de la Historia de la sexualidad de Michel Foucault, también hicieron notar su adhesión a los reclamos del movimiento de la mujer. La referente histórica del feminismo Martha Rosenberg dijo: “Me parece excelente que Rita Segato inaugure esta Feria”.

Silbado

Pablo Avelluto, secretario de Cultura de la Nación, que ya desde su subida al escenario fue objeto de silbidos. Comenzaba así el episodio de protesta que, pese a las restricciones anunciadas para evitar que se repitieran los acontecimientos del año pasado (cuando estudiantes de los institutos terciarios irrumpieron en el pabellón para hacer oír sus reclamos), se centró en las demandas de los profesores y estudiantes de los bachilleratos populares. Fueron un grupo minúsculo de docentes que levantaron sus pancartas y comenzaron a hacer ruido. “¡Fuera Macri!”, se oía. También: “¡Ladrones!” Los carteles decían “Es hora que los reclamos de los bachis se cumplan”. Mientras tanto, afuera, agolpado contra la puerta de la sala, un grupo grande, de más de cien personas, gritaba, cantaba y levantaba sus pancartas. “Salarios para lxs profes”, exigían.

fuente. infobae

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