crimen

Los investigadores del crimen de la casa en calle Chacabuco 59 trabajan con la siguiente premisa:“Todos mienten un poquito. Ahora hay que descifrar por qué lo hacen” . Ese “todos” alude a los numerosos actores que tiene la devaluada novela de misterio armada en torno a la desaparición de Laura Gabriela Picciuto (48) y la aparición de un cuerpo en la cisterna de la vivienda.

Ya se recibieron declaraciones y se valoraron todo tipo de pruebas, pero el panorama no se aclaró, por lo que el fiscal Carlos Sale, que lleva adelante la pesquisa, decidió dedicar unos días al análisis detallado de todos los datos obtenidos por los policías bajo las órdenes de los comisarios Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib.

Siempre suponiendo que el cuerpo es de la dueña de casa, una de las conjeturas que cobró fuerza en las últimas horas apunta al móvil económico, dado el repentino interés por vender un inmueble que siempre tuvo una cotización elevada, tanto por sus dimensiones como por su ubicación privilegiada, en el microcentro de la Capital.

Los encargados de la investigación establecieron que el ex marido de Picciuto, estaba atravesando un difícil momento económico dado que la empresa de venta y reparaciones de ascensores con la que estaba vinculado, también tendría problemas financieros.

Poco después de la desaparición de “Gaby”, de cuyo paradero nada se sabe hace ya varios meses, la planta baja de la propiedad había sido vendida, pese a que ella, desde el principio, se habría negado terminantemente a entregar lo que la justicia consideró como un bien familiar, en el marco del tormentoso proceso de divorcio en el que perdió la tenencia de su hija.

Paradójicamente, fue esa operación inmobiliaria, hoy en la mira de la justicia, la que derivó en el hallazgo del cuerpo cuyo hedor llamó la atención del albañil que el comprador había contratado para reacondicionar lo que pensaba poner en valor para ofrecer locales comerciales en alquiler.

Según trascendió en las últimas horas, el copropietario de la vivienda y dos abogados que tiempo atrás habrían intentado ingresar a la vivienda, diciéndoles a los inquilinos de “Gaby” que ella había sido internada para tratar sus adicciones, hicieron averiguaciones sobre la situación patrimonial de Picciuto.

La pareja de letrados que acompañaron al ex marido de la dueña de casa tendrían denuncias sobre sus espaldas, relacionadas justamente con cuestiones vinculadas a operaciones inmobiliarias poco claras.

 

 

fuente: contexto

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