Por Manuel Rivas | Es el ministro de Educación de la gestión de Juan Manzur y su labor le valió la confianza para postularse como candidato a legislador por el oficialismo en el acople “Juntos Podemos”. En esta extensa entrevista Juan Pablo Lichtmajer nos comentó como vive este momento y qué es la educación para él y su equipo de trabajo.
-A usted le tocó agarrar una brasa caliente. ¿Qué problemas tuvo que afrontar como ministro?
-Había un problema central que era muy complicado: la sociedad no tenía confianza en el sistema educativo. Eso se complicaba porque no había respeto por la docencia. Había que reconstruir esa confianza y para ello establecimos cinco líneas de acción.
-¿En qué consistían esas vías de acción que llevaron adelante?
-Enfatizamos en recuperar la confianza y el respeto. Le dimos previsibilidad y seguridad a las familias con cuatro años sin paros y con 180 días de clases. También fortalecimos la formación docente en la más alta calidad. Hoy contamos con el programa de formación docente más ambicioso de la Argentina y eso transmite confianza en la docencia. Además logramos la recuperación de las evaluaciones para monitorear los avances.
-¿Qué se logró en materia de evaluaciones?
-Implementamos la evaluación tucumana y volvimos a participar en la nacional, la latinoamericana que hace la Unesco, la iberoamericana que organiza la OEI, y hemos vuelto a PISA, que es la evaluación internacional. Gracias a eso hemos mejorado notablemente con respecto a las mediciones de 2013. Hubo un pico en Ciencias Naturales, con 14,8 puntos, en Lengua y Literatura avanzamos 12 puntos y en Matemáticas logramos mejorar 1,5 puntos. Con ello logramos evaluación de calidad, objetiva y seria para decirle a la sociedad tucumana que se mejoró.
-¿En qué otra cosa enfatizaron?
-Avanzamos en un programa de bienestar que abarca tanto lo edilicio como las personas, que son fundamentales para el funcionamiento del sistema educativo. En ese aspecto, le sumamos cercanía para reconstruir el vínculo y construir el conocimiento. Hay que saber distinguir entre lo urgente y lo importante.
-Usted cultiva un perfil de mucha cercanía con las comunidades educativas y tiene empatía con los alumnos…
-Tiene que ver con esa reconstrucción del vínculo de la que hablamos. Los chicos tienen que sentir que la escuela no es una obligación, que es entretenida, que los atrapa. Para eso hay que darles participación. No es tan difícil, lo primero que hay que hacer es preguntar y es por ello que en cada una de las escuelas que visito me gusta hablar con los chicos, que me cuentan todo. Los docentes sabemos escuchar y además soy padre de un hijo de 11 años y una hija de 16 años.
-¿Qué lugar ocupa la educación en la gestión de Manzur?
-Es el ministerio más importante en materia presupuestaria y por su alcance territorial. Somos como el sistema nervioso de la provincia porque muchas veces la presencia del Estado se da a través de la escuela, hasta en las localidades más alejadas del interior.
-¿Le sorprendió la convocatoria?
-Le agradezco al gobernador Manzur haberme convocado sin tener una trayectoria partidaria, lo que no lo veo ni como virtud ni como defecto. Tengo las convicciones muy claras y soy docente desde los 19 años. Fue importante que el Gobernador haya puesto en manos de un docente el ministerio de los docentes.
-¿Cuál es la clave de su estilo de gestión?
-Recorrer y estar a la par de quienes le dan vida al sistema educativo. Nos permitió conocer las demandas del momento y la construcción de las soluciones de manera conjunta. Este no es un logro sólo del ministro. Hay un equipo ministerial, pero hay 36 mil docentes en la provincia, medio millón de chicos, alumnos entre jóvenes y adultos y la familia, que hace un esfuerzo para que los chicos vayan a la escuela, preparen las cosas, le miren las carpetas para controlar cómo van. Este es un logro de Tucumán.
-¿Se pueden sostener estos resultados en el tiempo?
-Las políticas públicas no duran cuatro años. Tienen que sostenerse en el tiempo, pero ¿cómo se hace en un sistema democrático? Simplemente cuando esas políticas públicas están regidas por leyes, que son las que trascienden a los hombres, mujeres y gobiernos.
-Ahí entra a jugar su candidatura a legislador ¿cómo la recibió?
-Me siento muy honrado de poder representar a la educación, que es mi vida. Hay un tema central, lo que hace que las cosas perduren en el tiempo son las leyes. Nosotros conocemos el ámbito educativo y tenemos una plataforma legislativa con propuestas concretas necesarias para fortalecer todo el sistema educativo provincial.
-La composición de su acople es bastante particular.
-Sí, no somos una aventura electoral, somos un proyecto educativo para la provincia de Tucumán. Nuestro acople es netamente educativo. Las 50 personas que integramos Juntos Podemos, tenemos la vida dedicada a la educación. Tenemos profesionales como el presidente del Colegio de Arquitectos, un investigador del Conicet, la secretaria de Educación, y una doctora en Derecho Administrativo, por nombrar los profesionales que tenemos en común nuestra pasión por la educación.
-¿Sólo se circunscriben a la educación?
-Somos un proyecto educativo, no representamos un momento electoral. No hablamos de todo, sólo de lo que conocemos, la educación. Porque la educación es la llave que abre todas las demás puertas. Sarmiento decía que “todos los problemas son de educación”. Es por eso que parafraseándolo a medias podríamos decir que “todas las soluciones son a partir de la educación”. Todo empieza en la escuela.
-¿Qué posibilidades se asignan?
-Tenemos muchas expectativas. Hay 49 legisladores y legisladoras; 18 concejales y concejalas en el sistema representativo que nos rige, es bueno que en la Legislatura y el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán, esté representada la educación. Me parece que los que conformamos el espacio Juntos Podemos, estamos en condiciones de representar bien a la gente porque hemos escuchado y hemos andado mucho por las escuelas y comunidades de toda la provincia.
-¿La composición de su acople rompe las limitaciones partidarias en cuanto a la adhesión electoral?
-No hay limitaciones políticas porque la educación logra puntos comunes. Le doy un ejemplo de la historia, que es mi especialidad. Manuel Belgrano crea las escuelas náuticas y de oficios, lo que es el nacimiento de la educación técnica profesional en Argentina; Bernardino Rivadavia crea el Colegio de Ciencias Morales, que luego pasó a ser la Universidad Nacional de Buenos Aires. En ese colegio estudia Juan Bautista Alberdi, quien impulsa la educación industrial; Domingo Faustino Sarmiento forma las primeras maestras argentinas; Justo José de Urquiza crea el Colegio de Concepción del Uruguay, donde estudia Julio Argentino Roca, Carlos Pellegrini y Juárez Celman, entre otros. Roca luego crea la educación pública en el país con la Ley 1420; unos años después don Hipólito Yrigoyen la hace igualitaria, con el delantal blanco; más tarde, Juan Domingo Perón quintuplica el presupeusto educativo llegando a la ruralidad como nunca antes, además crea la Universidad Obrera, que es la actual Universidad Tecnológica Nacional. Arturo Frondizi crea la educación pública de gestión privada, con la que nacen instituciones muy importantes para el enriquecimiento del sistema educativo; Raúl Alfonsín, pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización; y Néstor Kirchner establece el secundario obligatorio. Ahí hay 200 años de historia y un denominador común en la importancia de la educación.
-Y próceres de distintos orígenes políticos…
-Así es. Belgrano era revolucionario; Rivadavia era unitario; Urquiza era federal; Alberdi y Sarmiento eran liberales; Roca era conservador; Yrigoyen, Frondizi y Alfonsín eran radicales; mientras que Perón y Kirchner eran justicialistas. Todos los gobiernos que han tenido las prioridades claras han dejado su huella en la educación.
-¿Puede decir lo mismo de la gestión de Mauricio Macri?
-Claramente que no. Esto que estamos viendo hoy, del ajuste en educación y que no podamos hacer un balance de tres años y medio de las políticas del gobierno nacional en materia educativa no tiene precedentes.
-¿A qué atribuye esto?
-Sucede que en educación no se puede improvisar. La bandera de la educación tiene que ser la misma, atravesada por la Historia y todos los partidos políticos. Y Jalonada por personas de carne y hueso, apasionadas como Juana Manso, Lastenia Blanco o Rosarito Vera, maestras y mujeres del interior que le dieron vida al sistema educativo.
-¿Cómo evalúa el rol de la mujer?
-Al sistema educativo de Tucumán lo mueven mujeres. Lo hacen funcionar todos los días, con todo respeto a los docentes y profesores. No sólo ponen el alma y el corazón todos los días y tienen una vocación conmovedora, tienen garra, convicciones, y mucha firmeza. A ellas las tenemos que representar y lograr calidad para todos para que realmente haya equidad, justicia y respeto. Hay que marcar una agenda real de los tiempos que vivimos.
-¿Molesta que desde el sector local de Cambiemos no haya autocrítica?
-Quienes tienen que dar explicaciones a la sociedad tucumana de las políticas de Cambiemos, son los representantes de ese espacio en Tucumán. Deben explicar las consecuencias nefastas de lo que han defendido. Es lo que les reclama nuestro gobernador. Uno puede cambiar de nombre, pero esto es de hace seis meses. Ellos son los candidatos y candidatas de Macri y no pueden defender las políticas de su mentor. Nosotros defendemos las políticas de Manzur, del equipo de Gobierno y de los tucumanos.
