Jonathan Luna estuvo detenido en el penal 2 de General Roca por robo, pero se fugó y era buscado desde entonces.
El joven de 26 años confesó el crimen de Micaela Ortega, la niña de 12 años que era buscada desde hace un mes en Bahía Blanca.
Luna nació en diciembre de 1989 en Los Polvorines, provincia de Buenos Aires; se crío en Tucumán y a los 18 años se radicó en el Valle Medio, trabajando siempre en tareas rurales.
Fue condenado a 5 años y 2 meses de prisión por la Cámara Criminal Primera de Roca el 7 de marzo de 2013, por el delito de “robo calificado”. El hecho ocurrió en abril de 2012 en la zona rural de la localidad de Chichinales, donde sustrajo un teléfono celular a una mujer utilizando un cuchillo para amenazarla. Tras su detención, fue alojado en el Penal N° 2 de Roca.
En función de los plazos que impone la Ley de Ejecución de Penas (Ley 24.660), el 25 de noviembre de 2014 quedó en condiciones de acceder a las salidas transitorias, las cuales fueron concedidas por el juez de Ejecución Juan Pablo Chirinos mediante sentencia del 17 de diciembre de 2014.
El juez autorizó una salida mensual de 24 horas bajo tutela de la pareja de Luna, quien designó su vivienda particular en Roca como domicilio de referencia. Le impuso como condiciones: no salir de la ciudad, pernoctar en el domicilio verificado y circular siempre en compañía de su tutora, entre otras pautas de rigor como abstenerse de consumir bebidas alcohólicas y/o estupefacientes.
Al momento de otorgar el beneficio que establece la Ley 24.660, el juez valoró que Luna había cumplido más de la mitad de la condena, no tenía otras causas abiertas en las que interesara su detención y no registraba otros antecedentes penales.
Además alcanzó calificaciones de 9 en conducta y 7 en concepto en el Penal N° 2 y tuvo un Informe favorable del psicólogo y el lic. en servicio social del Gabinete Técnico Criminológico del Penal.
Además el Consejo Correccional del Penal, lo favoreció argumentando que las salidas bajo tuición tendrían “efectos beneficiosos para el futuro personal, familiar y social” de Luna.
La primera salida de Luna se materializó el 19 de diciembre de 2014. El día 20 el interno no regresó y de inmediato el Servicio Penitenciario emitió una circular a la Policía de Río Negro “para su individualización y detención”. El 22 de diciembre la situación fue notificada al Juzgado de Ejecución y para el 23 de diciembre la orden de captura ya había sido librada mediante oficio a la Jefatura de Policía de Río Negro, al Registro Nacional de Reincidencias, a la Secretaría Electoral y a Migraciones.

Fuente: Diario Río Negro

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