Habemus acuerdo con bonistas, confianza y previsibilidad

Por Julio Denis* para Diario Cuarto Poder | Después de meses de tensas negociaciones, de cientos de apoyos nacionales e internacionales a la oferta argentina, de decenas de críticas de sectores políticos mezquinos… Finalmente Argentina y los bonistas llegaron a un acuerdo.

La mirada de los opositores no pudo

Muchos fueron los que pensaron que las negociaciones con los acreedores era un buen momento para atacar a un gobierno que ha demostrado tener la verdadera voluntad política de proteger a los ciudadanos.

Los que pensaron que era un momento de debilidad, vieron que la gestión de Alberto Fernández, lejos de dar un paso en falso, demostró que la marcha es firme y que los que plantean la “grieta” no nos engañarán de nuevo con mentiras.

Nuestro país dio un paso muy importante hacia el futuro. Pertenecer al mercado internacional y recuperar la credibilidad nos pone en una situación más que necesaria para la llegada de capitales extranjeros y el posicionamiento de productos locales al mundo.

Resultados visibles e inmediatos

Los resultados de la exitosa negociación ya son visibles, caída del riesgo país, repunte en las acciones nacionales, baja en la cotización del dólar paralelo. Estas son algunas de las consecuencias observadas hasta ahora.

El ciudadano de a pie también sentirá los alcances del acuerdo, que le saca presión a la brecha y por lo tanto acota el riesgo de una aceleración inflacionaria.

Además le da potencia al mercado de pesos local y eso hace que el Gobierno se pueda financiar localmente y aflojar algo la emisión.

El acceso al mercado de capitales

Si bien el ciudadano  no va a acceder al mercado de capitales en el corto plazo, si lo van a poder hacer empresas y provincias, Y todo eso potencia la recuperación pos pandemia, impulsando obras públicas y privadas.

Con ello habrá un aumento en la ocupación de mano de obra. Bajo esta mirada podemos decir que dicha situación provocará un aumento del consumo y con ellos aún más fuentes de trabajo. Todo dependerá de cómo se maneje la pandemia.

Nuestro país circula por la peor situación que le tocó vivir al mundo en la modernidad de manera ordenada, pese al incremento de casos, la situación epidemiológica está controlada y, a diferencia de muchos países en la región, el sistema está lejos de colapsar.

Un hecho histórico

El acuerdo logrado representa una gran victoria no sólo a nivel nacional, sino mundial, ya que por primera vez en la historia un país cuenta con semejante apoyo y se planta a negociar con la frente alta, sin caer en las abusivas prácticas de los bonistas.

Esta gesta ha logrado que Argentina se ahorre nada más y nada menos que  33.000 millones de dólares y asumir el compromiso de la deuda más grande de la historia en sólo 10 años.

Seguramente todos hemos oídos que para los chinos la palabra “crisis” también significa “oportunidad” y si tenemos en cuenta la situación del país en referencia a la pandemia, podemos decir que Argentina saldrá fortalecida con respecto a otros mercados.

Lejos de las grietas

Por otra parte, en una interpretación más política, el acuerdo con los bonistas es una clara muestra del camino que decidió seguir Alberto Fernández, lejos de los enfrentamientos, sumando voces, sin detener su marcha en busca de poner de pie al país.

La actual gestión profundizará el camino para seguir preservando los derechos de los ciudadanos, de dejar de la lado la “grieta”. Ya dice la conocida frase atribuida erróneamente a Don Quijote: “Ladran Sancho, señal que cabalgamos”.

*Columnista y analista político

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