Claudio Chiqui Tapia le mandó una dura carta a Alejandro Domínguez. Habla de falta de credibilidad de los dirigentes sudamericanos. Exige la renuncia de Wilson Seneme, presidente de la Comisión de Árbitros, y de Héctor Baldassi. Y cuestionó a Bolsonaro.

e una madrugada llena de broncas a un anochecer cargado de reclamos. Así se vivieron las últimas horas en Brasil y en Argentina. Con un tema recurrente: las jugadas polémicas en el área del seleccionado local, dos penales no sancionados por el árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano.

Jugadores, cuerpo técnico y dirigentes están convencidos de que el arbitraje tuvo como objetivo perjudicar a la Selección. Lo comentaron en las horas posteriores a la derrota y era carne de cada charla en el Arena Independencia, donde se entrenó el equipo nacional. También, en Buenos Aires. Y la bomba estalló cuando la tarde se apagaba.

La AFA le envió una carta a la Conmebol en la que puso en duda los principios de “ética, lealtad y transparencia”; también, la honestidad del juez ecuatoriano y los referís que estuvieron a cargo del Video de Asistencia al Referí . Además, pidió la cabeza de Wilson Seneme, titular de la Comisión de Arbitros de Conmebol, y Héctor Baldassi, diputado nacional e integrante del área. Y solicitó la caja negra del VAR. Es decir, la grabación de la comunicación entre Zambrano y Leodán González, quien estaba a cargo de la cabina VOR (Video Office Room) en el Mineirao.

La carta de la AFA, firmada por Claudio Tapia y dirigida a Alejandro Domínguez, fue contundente. Entre los puntos más salientes, el mandamás de la calle Viamonte aseguró hubo “irregularidades” antes y durante el partido con Brasil; que la Selección fue “perjudicada por el cuerpo arbitral”; que se había advertido de los “antecedentes negativos” de Zambrano; que todo se agravó con “la presencia del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro”; que Seneme “manifiesta incapacidad para ejercer el cargo”; que Baldassi “consiente los manejos irregulares” del brasileño que conduce los destinos del arbitraje sudamericano. Y hasta el estado de los campos de juego cuestionó Chiqui.

¿La dura misiva de Tapia es una guerra abierta con Domínguez? “Es poner las cosas en claro”, le dijo a Clarín una fuente de Viamonte. La relación entre la AFA y Conmebol es algo tirante. En especial, desde que se decidió que la final de la Copa América 2020 se jugará en Colombia.

Antes del clásico, había preocupación por la designación de Zambrano. El ecuatoriano había tenido un flojísimo arbitraje en Junior-Boca y Talleres-San Pablo. “Nos quieren cocinar”, le habían dicho desde Viamonte a este diario. Quizá, con algo de malicia: Roddy es chef.

A fuego lento, el juez nacido hace 41 años en Manabí cobró faltas que “inclinaron la cancha” a decir de Lionel Messi. El testimonio del capitán fue incluido en el escrito de la AFA. Lo recordaba un dirigente en el Radisson Blu, el hotel ubicado en el exclusivo barrio Savassi, donde se concentró la Selección en Belo Horizonte. “Llamaron la atención muchas cosas. Pero cuando llegó Bolsonaro, el estadio se transformó en un auténtico sambódromo”, deslizó un directivo.

Tapia casi no durmió. Federico Beligoy, tampoco. El Director Nacional de Arbitraje de la AFA estuvo hasta altas horas de la madrugada elaborando un informe de las jugadas de los penales no cobrados por Zambrano. Para el ex juez oriundo de San Martín no hubo dudas respecto a lo que debió cobrar el ecuatoriano. “Fueron penales y expusimos estas situaciones por escrito”.

Beligoy remarcó que hubo “interferencias” por los equipos de seguridad de Bolsonaro. Además, solicitó las conversaciones entre Zambrano y los referís VAR. ¿Tendrá una devolución de la Conmebol? Parece difícil.

fuente: clarin

Comments

Comentarios