Es un escándalo que “tiene pocos precedentes en la vida reciente” y otra vez lo ha destapado el periodista del semanario “L’Espresso” Emiliano Fittipaldi. Las revelaciones a partir del allanamiento a la Secretaría de Estado el miércoles 2 de este mes, han ido escalando y lanzando explosivas revelaciones.

Al jefe de seguridad del Papa, el general Domenico Gini, su actuación le costó la cabeza, que le pidió Jorge Bergoglio por algunas imprudencias en la investigación. Mientras tanto, los fiscales generales están investigando a fondo y hoy “L’Espresso” publicará las 16 páginas ultrasecretas de la pesquisa de los promotores de Justicia, Gian Piero Milano y Alessandro Diddi con las revelaciones más humillantes para la Santa Sede: la Secretaría de Estado, el órgano clave del gobierno central de la Iglesia, cuyo “primer ministro” es el cardenal Pietro Parolin, gestiona en un fondo extrabalance nada menos que 650 millones de euros (725 millones de dólares) del Obolo de San Pedro, con donaciones de fieles de todo el mundo destinados a los pobres. Y el dinero, en lugar de ir a parar a los necesitados bolsillos populares, sirven para realizar negocios “opacos”.

También el prestigioso diario inglés “Financial Times” ha publicado el lunes pasado sus propias investigaciones sobre manejos “non sanctos” de funcionarios y mediadores vaticanos en la gestión de millones invertidos en proyectos de apartamentos de lujo en Londres, que en parte habrían sido financiados con dinero de Obolo de San Pedro.

Los promotores de justicia (fiscales generales) del Vaticano, estrechamente en contacto con el Papa Francisco, arriban a la conclusión en su investigación de 16 páginas secretas que publicará el domingo L’Espresso, que han detectado “graves indicios de peculado, estafas, abusos de oficio, reciclaje y autoreciclaje”. El Revisor Alessandro Cassinis, a las órdenes del pontifice, señala “gravísimos delitos, como la apropiación indebida, la corrupción y el encubrimiento”.

Fittipaldi y el “Financial Times” investigan la era 2011—2018 en que el hoy cardenal Angelo Becciu, era el “ministro del Interior” del Vaticano como Sustituto de la Secretaría de Estado y tuvieron lugar varias operaciones inmobiliarias sospechosas en Londres y otros negocios, en los que algunos intermediarios cobraron jugosas comisiones.

Pero el periodista de L’Eseresso agrega en las pesquisas la figura del arzobispo venezolano Edgar Peña Barra, muy vecino a Francisco, nombrado hace un año como sucesor de Becciiu, promovido a “ministro” del Papa argentino como Prefecto para las Causas de los Santos.

Los 650 millones de euros del Obolo de San Pedro, sostiene L’Espresso” habrían ido a parar en un 77% a filiales del Credit Suisse y gestionados en operaciones financieras que según el magistrado Revisor muestran “vistosas irregularidades”, además de abrir “escenarios inquietantes”.

La investigación de L’Espresso cuenta también la operación Falcon Oil, un intento de inversión de 250 millones de euros del Vaticano en una plataforma petrolífera frente a las costas de Angola. Según Fittipaldi la documentación revela “el complejo sistema de sociedades en paraísos offshore “usados por el Vaticano para poner una pantalla en los negocios millonarios de Londres”.

El “Financial Times” investiga las irregularidades en la inversión de 200 millones de dólares realizada en 2014 a través de Athena Capital, un fondo de inversión de Luxemburgo, en la financiación del proyecto de apartamentos de lujo en la metrópoli británica.

fuente: clarin

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