El rescate de Vicentín y el final de la especulación con el dólar

Por Pablo Batalla* para Diario Cuarto Poder | Más que soberanía alimentaria. La decisión del presidente Alberto Fernández de expropiar Vicentín, va más allá de la regulación del mercado alimentario y se relaciona con al divisa norteamericana.

Muchos de los que se rasgan las vestiduras objetando el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por Alberto Fernández para la expropiación de la cerealera, son los mudos que dejó el macrismo.

Cuando el Banco Central otorgaba millonarios créditos a ese Grupo, nadie levantaba la voz para quejarse del manejo de los recursos de todos los argentinos.

Tampoco se quejaron, los mismos que comparan esta acción con el “chavismo”, cuando Vicentín dejó de pagar los vencimientos del crédito al Banco Central.

Menos criticaron el cobro de U$S 95,5 millones como créditos de prefinanciación de exportaciones en noviembre pasado. Ni la declaración de cese de pagos una semana después de haber embolsado esos recursos.

Y para qué vamos a hablar del llamativo concurso preventivo de acreedores del 10 de febrero, una vez culminada la feria judicial de verano.

Resulta que para las picardías de los de siempre, amigos del macrismo, nadie está para quejarse, y menos cuando el Grupo Vicentín influye directamente con sus acciones en la suba del dólar.

Vale decir que cuando demora las exportaciones de cereales y, por consiguiente, la liquidación, dispara el precio de la divisa norteamericana, en un juego especulativo que beneficia a unos pocos en desmedro de la mayoría.

La firma tiene una deuda de más de U$S 2 mil millones, lo que hace imposible un arreglo con los acredores. Además de encontrarse encaminada a pasar a manos de multinacionales, que no han manifestado su interés públicamente.

Dreyfuss (Francia), Glencore (Suiza) y Cargill (EE.UU) figuran como las empresas internacionales interesadas en adquirir el Grupo Vicentín.

El presidente Alberto Fernández ha sido claro en cuanto a la necesidad de preservar la “soberanía alimentaria” y más en tiempos post pandemia, en donde los alimentos tendrán gran importancia.

Con ello se quiere impedir la especulación internacional y también la local, teniendo en cuenta que el sector cerealero incide en el valor del dólar.

Las críticas llueven, pero también la defensa de la medida, especialmente desde sectores sindicales que privilegian la continuidad de las fuentes laborales.

Fernández también ponderó la importancia de mantener la actividad de unos 3 mil productores que le venden a Vicentín.

En las próximas semanas el tema continuará en la agenda, porque el DNU tendrá que ser refrendado por el Congreso de la Nación.

El resultado de esta decisión del Presidente se verá con el tiempo y, muchos de los que ahora critican la medida, le prenderán velas a todos los santos para que la cuestión fracase.

Sin embargo, Fernández ha demostrado capacidad de anticipación a diversas cuestiones, una de ellas las medidas contra la actual pandemia.

¿Será que ya tiene en claro cómo sería la post pandemia?

*Analista político.

 

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