El correcto significado de la expresión “no nos dejes caer en la tentación” fue aclarado por el Santo Padre en una entrevista concedida a Le Fígaro. Francisco sostuvo que en traducciones a las lenguas italiana e inglesa, además de la latina, existe un error de interpretación porque “no es Dios que me arroja a la tentación para después ver cómo me he caído. Un padre no hace eso, un padre ayuda a levantarse inmediatamente”.

El “Padre Nuestro” debe ser una de las oraciones más populares en todo el mundo católico, y se lo reza en infinidad de lenguas en todo el mundo. Es por ello que llamó la atención la sugerencia del papa Francisco hace unos días atrás, cuando en una entrevista sostuvo que algunas traducciones del padrenuestro como la italiana o la inglesa, incluso la latina, no reflejan el significado correcto de la oración que según los evangelios de San Lucas y San Mateo, Jesús enseñó a sus discípulos.
Según lo replicó el diario La Vanguardia, el Santo Padre, señaló que en castellano, al final de la oración se dice: “no nos dejes caer en la tentación”. Cuando en realidad es el sujeto el que cae en la tentación.
No obstante, en inglés, italiano o latín la oración más común de los cristianos dice “no nos induzcas a la tentación” o “no nos dirijas a la tentación”. Usa los verbos indurre (italiano) –e non ci indurre in tentazione–, to lead (inglés) –lead us not into temptation– o induco (latín) –et ne nos inducas in tentationem–. “No me dejes caer en la tentación porque soy yo el que cae, no es Dios que me arroja a la tentación para después ver cómo me he caído. Un padre no hace eso, un padre ayuda a levantarse inmediatamente”, apuntó el Papa a la cadena italiana TV2000 sobre la sexta petición de las siete que hay en la oración. “No es una buena traducción”, asegura el Papa. Indurre es casi como empujar.

Una vieja cuestión
No es una cuestión nueva en Italia ni un capricho de Francisco. En 2008 la traducción de la Biblia de la Conferencia Episcopal Italiana ya incluyó ese cambio con el verbo abandonar: “non abbandonare alla tentazione”. Pero el misal romano no usa esa traducción. El texto griego del evangelio de San Mateo, el segundo que se escribió de los sinópticos, usa una expresión que sería “eis+fero”, algo así como “llevar a”.
En castellano, tanto en la Biblia como en la oración el significado es el correcto, no es Dios el que empuja al hombre a la tentación si no el hombre el que cae en ella. En francés también es así: se usa laisser –et ne nous laisse pas entrer en tentation–. Antes se usaba “no seamos sometidos a la tentación”. Desde el 2 de diciembre de este año se usa la nueva versión tras años de discusiones, explicaba en un reportaje a Le Figaro. El diario francés señala que ese cambio debía hacerse desde diciembre del año 1965, poco después de que acabara el Concilio Vaticano II.
En el capítulo 6 del evangelio según San Mateo, dice: “Vosotros, pues, orad así:
Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre;
venga tu reino;
hágase tu Voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Nuestro pan cotidiano dánosle hoy;
y perdónanos nuestras deudas,
así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
y no nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal”.

En el capítulo 11 del Evangelio de San Lucas, posterior, que no conoció a Jesús, se dice “Cuando oréis, decid:
Padre, santificado sea tu Nombre,
venga tu Reino,
danos cada día nuestro pan cotidiano,
y perdónanos nuestros pecados
porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe,
y no nos dejes caer en tentación”.

Un regalo especial para Francisco
El Consejo Nacional de Iglesias de Taiwán regaló al Papa Francisco una cruz especial. El obsequio tiene historia detrás. Está hecha con restos de bombas lanzadas por China a la isla taiwanesa de Kinmen en la década de los 50.
La cruz simboliza la capacidad de “convertir el odio y la violencia en amor y paz”, según dijo el Consejo en un comunicado.


En una reunión celebrada en el Vaticano entre el Papa y el obispo David J.H. Lai, de la Iglesia Episcopal de Taiwán, éste último le hizo entrega del regalo al tiempo que le explicaba su simbolismo. El Pontífice instó a la unidad a los cristianos taiwaneses y le habló de su reciente viaje a Myanmar y Bangladesh. Taiwán mantiene lazos diplomáticos con el Vaticano, pero en la isla hay gran preocupación ante el acercamiento en los últimos años entre Ciudad del Vaticano y Beijing que podría llevar al establecimiento de lazos oficiales, lo que a su vez supondría la ruptura con la isla. El Consejo Nacional de Iglesias de Taiwán se creó en 1991 e incluye numerosas iglesias y organizaciones cristianas, como las iglesias Católica, Episcopal, Metodista, Luterana y Presbiteriana.

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