El fútbol muestra su peor cara en Sudamérica y la Argentina

Por Marcelo Pérez* para Diario Cuarto Poder | En medio de la pandemia del coronavirus con cientos de miles de muertos y contagiados en los distintos países de la región, los dirigentes que manejan la Conmebol y sus socios de la AFA no se inmutan y apuran el regreso del fútbol profesional. Miran el “negocio” y lo ponen por sobre la vida de los jugadores, de sus familiares y de las decisiones adoptadas por el gobierno local.

¡¿Quién manda en nuestro país!? Es el presidente Alberto Fernández, no el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez ni el “Chiqui” Tapia, mandamás de la AFA. Eso está claro, pero…

El dirigente paraguayo está apurado por la vuelta de las copas, lo que lo lleva a acelerar el regreso de las actividades de los clubes, invitándolos a no respetar, o pasar por alto, los protocolos aprobados por los distintos gobiernos de la región para evitar el avance del coronavirus.

Es así que la iniciativa de la Conmebol obligó a los popes de la AFA a exigir al gobierno nacional excepciones para el sector, y a modificar restricciones adoptadas contra el Covid-19.

O sea, mientras se obliga a buena parte de la población a mantenerse en cuarentena, se restringen aperturas de actividades laborales y se cercenan reuniones sociales, la Conmebol tira todo eso por la borda, para satisfacer sus necesidades económicas y ambiciones desmedidas.

En pocas palabras: tuerce el rumbo y las recomendaciones de los médicos sanitaristas y de los destacados infectólogos que vienen asesorando al presidente Alberto Fernández.

Es sabido que el fútbol mueve muchísimos millones de dólares; que hay muchos intereses en juego al ser un negocio bárbaro para la televisión y los dirigentes que “cortan el queso”, pero hay que ver que toda esta movida y ambición desmedida, se les puede volver en contra. A todos.

En ese sentido, el ministro de Salud, Ginés González García, siempre tendrá la última palabra para aprobar, acordar o retocar, la fecha de retorno a los entrenamientos.

El que no tiene palabra es Claudio Tapia, presidente de la AFA, ya que no cumplió con su promesa de que todos los clubes iban a regresar a las prácticas al mismo tiempo: cuando el país esté en la fase cuatro del aislamiento.

Es que el Chiqui la pifió feo ya que había sido inflexible con los clubes del Interior, como Atlético Tucumán, prohibiendo el retorno al entrenamiento a pesar de que la provincia lleva muchos días en fase 4.

Chiqui quería evitar “ventajas deportivas” frente a rivales como River, Boca o San Lorenzo, que se encuentran en el AMBA, donde la cuarentena es estricta y las actividades deportivas nulas.

Pero ahora sí, cambió todo, favoreciendo a los clubes del área metropolitana por sobre sus pares del Interior, aduciendo que “juegan copas”.

La doble vara con que se maneja la AFA y que ya la sufrió San Martín de Tucumán al negarle en ascenso por mérito deportivo, deja mucho que desear y muestra de cuerpo entero a sus dirigentes.

“Volverán primero los equipos que tengan programados partidos de la Copa Libertadores, y luego el resto”, confirmó desde la AFA. ¿No era que había que evitar ventajas deportivas?

Claro, hay tantos millones en juego que la AFA y los clubes que disputan el torneo internacional no quieren perder el tren y apuran al Gobierno Nacional en su decisión de salir del aislamiento.

El Poder Ejecutivo no está convencido de otorgar el permiso para que los futbolistas puedan regresar a las prácticas.

“Los contagios se pueden dar en los entrenamientos. No todos los jugadores son estrellas que ganan fortuna y muchos viven en barrios vulnerables con las dificultades que allí pasan hoy en día. La mayor preocupación de esos jugadores no es ir a jugar al fútbol, sino ir a entrenarse, contagiarse y llevar el virus a su casa. El riesgo de contagios se puede dar en las prácticas, hay que ser muy cuidadosos”, dijo el presidente Alberto Fernández en declaraciones a la TV Pública.

Si no hubiera sido por la premura impuesta desde la Conmebol, el fútbol argentino seguiría en el freezer hasta que las condiciones epidemiológicas mejorasen.

Según la Conmebol, los participantes del torneo deberán respetar un estricto protocolo sobre los desplazamientos a los estadios, controles en los accesos, limitación de aforo total en cada zona del estadio, tests obligatorios previos al inicio de la competición y las pruebas rápidas antes de cada encuentro para cada delegación.

Pero eso no es suficiente si se tiene en cuenta que en Brasil, por ejemplo, hay una tasa de contagio diaria de 5.000 personas, o en Perú, donde la situación sanitaria es crítica por la pandemia.

No hay que olvidarse de que en marzo, partidos por la Champions League, entre Atalanta y Valencia, y luego entre el Atlético de Madrid y Liverpool, llevaron el virus de Italia a España y a Inglaterra.

¿Qué harán los clubes con sus respectivas delegaciones cuando retornen al país después de visitar una zona crítica como Lima, Guayaquil, Santiago de Chile o Sao Paulo?

Hoy Argentina tiene cerrada sus fronteras y de acuerdo al protocolo del país, los equipos deberían hacer cuarentena cuando regresen. Pero no. Se está analizando liberarlos de esa obligación.

El médico infectólogo Pedro Cahn, quien forma parte del cuerpo de especialistas que asesora al Gobierno Nacional aseguró que parece “utópico” pensar por el momento en jugar fuera del país.

“Por el momento las fronteras del país están cerradas y hoy sería imposible que nadie viaje a ningún lado, porque si viajan, al regreso tendrán que hacer 14 días de cuarentena, y tampoco podemos dejar entrar planteles de otros países. Resulta utópico pensar en viajes internacionales para jugar en otros países”, afirmó.

El médico especialista también se mostró contrario a que algún equipo argentino viaje a Brasil a disputar cualquier encuentro.

“Al día de hoy yo no mandaría a jugar a mi plantel a Brasil, pero es mi opinión personal”, explicó Cahn, en alusión al viaje que debe hacer River hasta San Pablo para jugar con el equipo local en septiembre por la Copa Libertadores.

Un pelotazo en contra

Hablando de River, hay que recordar que fue el propio DT del Millo, Marcelo Gallardo, el primero en parar la pelota y pedir que se suspenda el fútbol en Argentina a causa del coronavirus.

Sin embargo hoy, es el primero en pedir que vuelva el fútbol, a pesar de los tantísimos muertos que se cuentan en el continente.

Por eso, es lógico que su par de Atlético Tucumán, Ricardo Zielinski, saliera a cruzarlo a él y a los dirigentes de la AFA por todas las incoherencias con que se manejan.

También el presidente del Decano, Mario Leito, disparó contra River por las contradicciones del equipo de Gallardo: “Sin muertos no quiso jugar y ahora quieren volver”, apuntó.

A Leito le molesta además que mientras en varias provincias estaban en condiciones para el regreso de los entrenamientos, no podían entrenar, por la situación del AMBA ya que la directiva de la AFA era que “vuelven todos o no vuelve ninguno”, y ahora cambió y volverán sólo los que juegan copas internacionales.

Estas incongruencias muestras que la AFA se mueve según los intereses de algunos clubes, de sus dirigentes amigos, compinches de triquiñuelas.

Por lo pronto, el protocolo para retomar los entrenamientos ya fue aprobado y la fecha para que comiencen los testeos será el 3 de agosto. Aunque todo puede cambiar. “Es el fútbol, estúpido”.

*Periodista y columnista

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