El "Caballo" Suárez con Cristina y otros funcionarios y dirigentes, en la visita al Papa Francisco en junio de 2015. Era cuando todos visitaban al papa para tener la venia del pueblo.

Así opinaron los peritos que lo revisaron, tras el pedido de la defensa del sindicalista. Ahora debe definir el juez.

El Cuerpo Médico Forense determinó que Omar “Caballo” Suárez no necesita ser internado de urgencia en un centro hospitalario. Así lo había pedido el abogado del ex sindicalista este miércoles, asegurando que se encontraba en un “grave estado de salud”. En concreto, solicitaban que sea trasladado al Sanatorio Finochietto, “para que se le realicen una batería de estudios, entre ellos una gastro endoscopia urgente y colonoscopia urgente con sedación”.

Con un leve sobrepeso y pudiendo desplazarse con cierta dificultad, según contaron a Clarín fuentes judiciales, Suárez fue examinado por el Cuerpo Médico Forense en la casa de su hija, en Olivos, donde cumple la prisión domiciliaria otorgada por el juez Luis Rodríguez. Este magistrado decidió en carácter de subrogante del juez natural de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, quien veranea en una costosa casa en Uruguay.

El ex titular del SOMU (navieros) cuenta con tobillera electrónica y custodia permanente de personal de Prefectura Naval, a pedido del fiscal Gerardo Pollicita que apeló la decisión de Rodríguez.

La defensa a cargo de Carlos Broitman, sostiene que Suárez (uno de los sindicalistas preferidos de Cristina Kirchner) cuenta con “graves problemas de salud”, entre ellos un cuadro de alcoholismo severo. Presuntos antecedentes que tuvo en cuenta el juez subrogante el viernes de la semana pasada para concederle la domiciliaria.

El “Caballo” estaba en la cárcel desde septiembre de 2016; lo acusan, entre otras cosas, de extorsionar a empresarios marítimos y de fraudes millonarios con su gremio.

“Estos planteos (sobre su salud) quedaron desmentidos con el último informe”, señalaron fuentes judiciales a Clarín. Las conclusiones médicas indicaron que, pese al a su aspecto, no necesita ser internado en carácter de urgencia en un centro hospitalario. A partir de esta decisión, el fiscal le pedirá al juez que rechazo el pedido de la defensa para el traslado al centro de salud.

Suárez es un paciente “hipertenso, con sobrepeso, hemiparesia braquiocrural, hemorroides externas y limitación funcional en uno de los codos”.

Atento a este cuadro, los médicos del Cuerpo Forense recomendaron que se les practiquen diversos exámenes médicos, pero en forma programada, sin internación. Este panorama complica la prisión domiciliaria de Suárez.

La Fiscalía descree de la supuesta gravedad en la salud del gremialista y señala un informe de noviembre pasado, donde se indica que ninguna de las patologías que sufre permiten “hablar de un enfermo terminal” y que podía ser atendido correctamente “en las instalaciones del penitenciario”. Además, señaló que no hay un sólo informe médico “que refiera a sus problemas de alcoholismo”.

Más allá de esta controversia sobre una eventual internación, será la Cámara Federal la que deberá definir si mantiene a Suárez con el beneficio de la prisión domiciliaria en una amplia vivienda de su hija, en la zona norte del GBA, o si lo manda de nuevo a prisión.

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