carne

La decisión del Gobierno nacional de liberar la exportación de vaca conserva y manufactura con destino a China fue bien recibida por el sector, que no solo representará un alivio en las cuentas de los productores que vieron como un elemento de reaseguro, como lo era la vaca ya improductiva y muy dificultosa de comerciar en el mercado interno, sino también en la relación entre el oficialismo y el campo, cuya tensión escalaba día a día y parecía no haber negociación en el norte que permitiera llevar calma a ambas partes.

Quita del cepo

De esta manera, el flamante ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, anunció junto al Jefe de Gabinete, Juan Manzur, y a ministros y gobernadores de provincias ganaderas la quita del cepo a las categorías D y E de dicha hacienda, lo que podría llevar el nivel de exportaciones al 89% de los despachos realizados el año pasado, según los propios cálculos realizados por la cartera agropecuaria. Esto también significaría que las 140.000 cabezas de esta categoría en los campos argentinos puedan tener un destino de exportación.

Campo vs gobierno

El consultor ganadero Victor Tonelli, consideró a la medida como positiva y que la misma “de alguna manera descomprime la tensión que había entre el campo y el Gobierno. Al liberar exportaciones de vaca china también liberan el cupo que se había asignado a las plantas de 29.850 toneladas. Cuando se hacen cálculos sobre esta apertura, se podría estar volviendo a volúmenes similares a los anteriores del cepo. De todas maneras no hemos visto todavía la letra chica del decreto. Se tiene que ser cauteloso para ver cómo se instrumenta, cómo se va a ir liberando y quienes van a ser los favorecidos de manera directa: si van a ser los mismos que ya recibieron los cupos en los decretos anteriores, o también se liberaría para exportadores sin planta o plantas con past performance que quedaron con volúmenes muy chicos”.

Recuperación del precio

Asimismo, consideró que podría darse una recuperación en el precio de la vaca, que durante las restricciones pasó 120 a 80 pesos por kilo. “La integración y el poder de compra que se genera al no tener que estar enviando a un destino de menor valor los siete cortes de la vaca que representaban el a 25% del peso de la res implica una valorización del conjunto del animal muy superior, porque se va a poder exportar con hueso cortes que iban a un mercado interno que no lo deseaba y no lo consumía y eso complicaba mucho el negocio. El impacto va a estar en los precios no solo de la vaca conserva, sino que también, por simpatía, va a arrastrar a las categorías superiores, pero no de los livianos o los de consumo”, señaló.

fuente: infobae

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