Especialistas dicen que pueden generar déficit de atención y falta de sueño. Aconsejan no superar las 2 horas al día.

Usan el celular para jugar con aplicaciones (56%), escuchar música (32%) y ver videos (10%). Los datos que se desprenden de un nuevo estudio realizado con argentinos, bien podrían reflejar la conducta de un grupo de adolescentes, pero se refieren a niños de entre cuatro y cinco años.

El estudio Kidditos, elaborado por la consultora Markwald, La Madrid y Asociados, además determinó que el 81% de los chicos argentinos de esa edad juega con videojuegos, contra sólo el 55% que lo hacía en 2012.

Claro que el entretenimiento en las pantallas va más allá de los celulares, que los usan el 70% de los chicos de 4 y 5 años. Además, un 54% maneja tablets y un 64% computadoras.

“Las cifras no sorprenden, es muy cierto que cada vez se incrementa más en los niños el uso del celular y la tablet para jugar o para crearles un entretenimiento mientras sus padres están ocupados con otra actividad”, señala Andrea Cocca, médica pediatra y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), y cuenta que “en el consultorio, esto se ve todos los días como un modo de entretenerse mientras aguardan su turno en la sala de espera”.

¿Pero la exposición a las pantallas es necesariamente mala? Según los expertos, todo es relativo, depende de la cantidad de horas que se expongan y del contenido que consuman los chicos.

“En los niños de entre dos y cinco años, el uso de celulares y tablets con programas educativos puede ayudar en el desarrollo de habilidades, pero siempre hay que usarlos menos de dos horas diarias”, señala Cocca.

De acuerdo al informe mencionado, los niños argentinos están en promedio dentro del parámetro de lo deseable, ya que jugar a los videojuegos es el principal uso que le dan a las pantallas, y dedican a esa actividad 1 hora y seis minutos por día.

Los contenidos también marcan la diferencia, porque, como señala Cocca “hay programas y actividades online que se pueden asociar a trastornos del sueño, déficit de atención y agresividad”.

En octubre del año pasado, la Academia Americana de Pediatría (AAP) emitió nuevas recomendaciones para regular la relación entre niños y pantallas, y determinó que los menores de dos años no deberían exponerse. Es que “existen numerosos trabajos que sugieren que el uso de pantallas en menores de esa edad causa efectos negativos persistentes en el desarrollo del lenguaje, en la habilidad para leer y en la memoria a corto plazo”, advierte Cocca.

Para niños de entre 2 y 5 años, la AAP recomienda menos de una hora diaria y aconseja que la actividad “se realice en compañía de un adulto que ayude al niño a entender lo que está viendo y a aplicarlo al mundo que lo rodea”.

Y si bien las pantallas ocupan cada vez más tiempo en la vida de los pequeños, los juegos virtuales no son sus favoritos. De acuerdo a Kidditos, lo que más disfrutan son “los juegos espontáneos, no pautados, como las muñecas, los autitos, etc.”.

La segunda actividad más preciada es la física, desde andar en bicicleta o rollers, por ejemplo, hasta juegos en equipo, como el fútbol. Y recién en tercer lugar aparecen los videojuegos.

Por supuesto, la exposición a las pantallas es proporcional a la cantidad de dispositivos disponibles en el hogar. De acuerdo al informe de Kidditos, el 100% de los 502 niños entrevistados tiene, al menos, un celular en su casa. Además, el 74% posee computadora y el 55% también tiene acceso diario a una tablet.

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