Dolores O´Riordan cantó por última vez la semana previa a la Navidad. Se había reunido con The Cranberries y tenía planes de seguir tocando con ellos.

“La cantante irlandesa e internacional Dolores O’Riordan murió súbitamente en Londres hoy. Tenía 46 años. La cantante de The Cranberries estaba en Londres para una breve sesión de grabación”. Así de repente, inesperada e impulsiva fue la noticia propagada por los representantes del grupo irlandés.

Desde hace varios años, O’Riordan venía sufriendo de una “protrusión discal”, que la llevó a cancelar buena parte de los conciertos programados para el año pasado. “Ha sido obligada por sus doctores a dejar de trabajar inmediantamente durante las cuatro próximas semanas por motivos médicos”, anunciaron en mayo desde las oficinas de la banda.

En 2017, la cantante había vuelto con su banda de toda la vida, junto a quienes editó un disco después de cinco años de silencio y tras un fugaz encuentro creativo junto a Andy Rourke -bajista de The Smiths- y el DJ neoyorquino Olé Koretsky, con quienes grabó un álbum bajo el nombre de D.A.R.K., en 2016.

La gira de The Cranberries acompañó la edición de Something Else (Algo más), versiones orquestadas de sus canciones compuestas desde la creación de la banda en 1989 hasta el momento, con el plus de un puñado de temas nuevos. Allí estaba por supuesto la versión acústica de “Zombie”, el corte de difusión de su segundo álbum, No Need To Argue, que llevó la voz de O’Riordan a todo el mundo, en 1994, en plena era MTV y mientras el brit pop intentaba llenar el vacío que ese mismo año dejaba Kurt Cobain y el tiro del final del grunge del otro lado del océano.

Una voz repentina, impulsiva, que reclamaba por la paz, por la no violencia y como un mantra repetía con bronca aquello de “in your head, in your head, in your head still fighting… in your head, in your head, in your head, zombi, zombi, zombi, ie, ie ie”. Un clásico de la década del 90 que ayer nomás, domingo, era programado por una FM porteña entre “Wonderwall” de Oasis y “Another Brick in the Wall”, de Pink Floyd. No casualmente The Cranberries tenía previsto para el mes próximo (16 de febrero), una reedición limitada en vinilo de No Need To Argue, su disco más exitoso.

O’Riordan fue la última en sumarse al grupo The Cranberries, formado por los hermanos Noel y Mike Hogan, y la que terminó moldeando al proyecto con sus letras y su voz desde el mismo álbum debut, Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We?, en 1993. Una canción sobre el rechazo bautizada “Linger” puso el foco sobre la banda y especialmente sobre ella. The Cranberries contó allí con la producción de Stephen Street, ingeniero de los amados The Smiths y responsable tanto de los dos primeros discos como de los últimos dos, dos décadas más tarde.

Luego llegaría la popularidad global de No Need To Argue y un parate tras la edición de su tercer disco, To the Faithful Departed, que por primera vez se centraba misteriosamente en la salud de la cantante: un problema de rodilla y cansancio físico tras el desgaste de tres años sin respiro en las cúpulas del mundo del entretenimiento. Por un pequeño lapso, pop rock irlandés fue sinónimo de The Cranberries y se sumaron a U2 como embajadores musicales emblemáticos de la isla.

Tanto así que ayer el presidente irlandés Michael Higgins se pronunció sobre la muerte de O’Riordan ni bien se confirmó. “Es con gran tristeza que me enteré de la muerte de la cantante y compositora Dolores O’Riordan… Para todos aquellos que siguen y apoyan la música irlandesa y las artes escénicas su muerte será una gran pérdida “.

Un integrante de la realeza rockera como Dave Davies (The Kinks) también se lamentó públicamente: “Estoy realmente shockeado por la súbita muerte de Dolores O’Riordan. Estuve hablando con ella un par de semanas antes de Navidad y se veía bien y contenta. Hablamos de escribir algunas canciones juntos. Increíble. Que dios la bendiga”.

En 2007 O’Riordan lanzó su carrera solista con Are You Listening? pero dos años más tarde The Cranberries volvió a reunirse en pos de una gira autocelebratoria (en 2010 pasó por el Luna Park porteño) y en 2012 editaron su último álbum de estudio, Roses.

Según el comunicado que informó de su muerte (se desconocen aún las razones), la cantante estaba grabando nuevo material. Más allá de su destino, su voz sublime se seguirá escuchando aquí y allá, repentinamente, de manera inesperada, impulsiva.

Fuente

Comments

Comentarios