secuestro

Un empresario gastronómico fue secuestrado en la zona de Parque Leloir, partido de Ituzaingó, y luego de que su esposa pagara una suma cercana al millón de pesos por el rescate fue liberado en la localidad bonaerense de Castelar. El hecho se registró alrededor de las 8 de la mañana, cuando el hombre volvía a su casa a bordo de su camioneta Volkswagen Amarok tras dejar a sus hijos al colegio.

A pocos metros de su vivienda fue interceptado por tres delincuentes armados y encapuchados que circulaban en un automóvil Volkswagen Polo. Dos de los asaltantes descendieron del vehículo, subieron a la camioneta del empresario y comenzaron a circular.

Con ametralladora

“Fue un momento espantoso”, contó la víctima, Francisco. El hombre dijo que luego los delincuentes lo hicieron pasarse al auto más chico: “Tenían una ametralladora en el asiento de atrás que la corrieron para que yo pueda entrar”.

Con la víctima cautiva, los secuestradores lo obligaron a llamar a su esposa para solicitar un rescate.

La mujer reunió una suma cercana al millón de pesos y acordó con los captores realizar el pago del rescate en la esquina de La Espuela y De La Carreta, también en Parque Leloir.

Pagaron el rescate

Luego de que la esposa del abogado dejara el dinero en el lugar, los secuestradores finalmente liberaron al hombre en la calle Marqués de Loreto al 2100, en la localidad vecina de Castelar. Permaneció poco más de una hora privado de su libertad.

“En un momento me dijeron ‘ahora podés abrir los ojos’, me devolvieron el celular, la billetera, una mochila con la computadora que la que trabajo y me fui”, dijo sobre el momento en que lo liberaron ileso.

Los captores dejaron abandonada su camioneta a pocos metros. “Al principio pensé que era un robo de auto común y corriente, pero resulta que en ningún momento quisieron la camioneta. No tengo idea si me venían siguiendo, si fue al voleo, si tenían pensado secuestrarme”, agregó.

Situación extraña

“La situación fue bastante extraña, no era gente improvisada. Se comunicaban por handy, hablaban bien, tranquilos”, precisó Francisco sobre los delincuentes, que también le pegaron para amedrentarlo. No obstante, dijo que no parecían conocer el barrio ya que le tuvieron que pedir indicaciones en varias oportunidades.

“Fue una situación que no se la deseó a nadie. Es una pena tener que vivir así. La sensación que tengo es de tristeza más que nada, más allá de la bronca, el miedo. Es una situación que no tiene arreglo, está cada vez peor”, comentó.

“Despedís a tus hijos en el colegio y a los cinco minutos estás pidiendo a un tipo que no te pegue un tiro en un auto. Es así”, concluyó.

Interviene en la causa el fiscal Santiago Marquevich, a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), quien dispuso una serie de medidas tendientes a identificar a los secuestradores.

fuene: tn

Comments

Comentarios