alperovich

Acusado de violar a su sobrina, José Alperovich intenta desesperadamente frenar el juicio oral. El ex gobernador, según sus allegados, sería presa de una profunda depresión y angustia porque el banquillo de los acusados lo espera por la denuncia de violación.

Alperovich está procesado por presunto “abuso sexual agravado con acceso carnal” en seis oportunidades contra su sobrina y excolaboradora entre 2017 y 2018, en hechos que se cometieron mediante “abuso de poder y autoridad”, aseguró en su fallo el juez en lo Criminal Osvaldo Rappa.

“Por sus circunstancias y tiempo de duración le ocasionaron a la víctima un sometimiento sexual ultrajante”, afirmó el magistrado.

En la causa se investiga el abuso sexual que sufrió la sobrina del exgobernador y exsenador nacional, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en Tucumán.

Rappa procesó al acusado por supuesto “abuso sexual simple reiterado en tres oportunidades”, dos en grado de tentativa y por seis hechos de “abuso sexual agravado por haber sido con acceso carnal”.

La semana última, Alperovich sufrió su cuarta derrota judicial. El Tribunal Oral en lo Criminal Número 29 de la Ciudad de Buenos Aires rechazó su solicitud de ser juzgado por la voluntad del pueblo, argumento que ha mantenido desde que la Corte determinó que la competencia corresponde a la Justicia nacional de la Ciudad al rechazar una objeción de su defensa.

El juez José María Ramos Padilla fundamentó su negativa tras analizar varios aspectos procesales, comenzando por la normativa, ya que en el fuero donde se lleva a cabo el caso no está legislado que el delito que se le imputa a Alperovich pueda ser juzgado mediante ese tipo de proceso.

En segundo lugar, consideró el tipo de delito, ya que Alperovich alegaba que la justicia de la Ciudad implementa el juicio por jurados, pero el abuso sexual con acceso carnal aún no está contemplado en dicho fuero.

Por último, Ramos Padilla abordó la cuestión de la pena. En su fallo, afirmó que incluso si fuera aplicable el juicio por jurados en la Justicia nacional, el delito imputado a Alperovich no estaría cubierto por sus disposiciones. Esto se debe a que el artículo 119, tercer párrafo, del Código Penal de la Nación establece una pena máxima en abstracto de quince años de prisión.

Sin embargo, Alperovich aún tiene la oportunidad de apelar la decisión del juez mediante un recurso de casación, el cual el propio tribunal debe considerar y resolver si lo acepta.

En caso de ser aceptado, el expediente se elevará a la Cámara Nacional de Casación, que deberá determinar su admisibilidad. El exlegislador tucumano busca que la instancia superior revierta la decisión de Ramos Padilla y que doce personas determinen su culpabilidad o inocencia por tres casos de abuso sexual, uno consumado, dos en tentativa y seis de abuso sexual agravado con acceso carnal.

Si tiene éxito, ese tribunal deberá convocar una audiencia para escuchar a las partes y posteriormente tomar una decisión sobre si puede ser sometido a juicio por jurado popular, o si, por el contrario, el Tribunal Oral en lo Criminal 29 puede continuar con el proceso y fijar una fecha.

Alperovich ha sufrido varias derrotas judiciales, que Pablo Rovarti, coordinador del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos de la Defensoría General de la Nación y querellante, considera una estrategia dilatoria.

Después de que la denuncia se presentara en 2019, la instrucción del caso comenzó a tramitarse en dos jurisdicciones: la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Tucumán, debido a que los hechos, según la denunciante, ocurrieron en ambos lugares. El exfuncionario intentó trasladar el expediente a la Justicia de su provincia, pero la Corte Suprema de Justicia resolvió el conflicto de competencia.

Ahora, a la espera de que el Tribunal Oral 29 determine la fecha de inicio y la cantidad de audiencias, Alperovich está apostando a que en la segunda etapa del proceso se adopte otra modalidad. Aunque ha advertido que llevará el caso hasta la Corte Suprema para lograrlo, no se descarta que la propia Cámara de Casación imponga límites.

El camino legal de Alperovich continúa, y aunque enfrenta obstáculos en su búsqueda de ser juzgado por un jurado popular, sigue perseverando en su lucha por obtener la forma de juicio que considera más justa. Mientras tanto, el proceso judicial avanza y se espera que en breve se determinen los próximos pasos en esta compleja y controvertida causa.

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