El alza estará dada por un cambio en un tributo y la devaluación, que superó las expectativas de las compañías. En julio habrá un incremento de otro 3%.

El acuerdo para mantener congelados el precio de los combustibles, que estaba anunciado para durar dos meses, apenas pasó los 30 días. Las petroleras dispusieron un aumento de entre 4,5% y 5% para los combustibles, que se aplica desde este sábado. Y habrá otra remarcación, de 3%, a partir de julio.

Desde este sábado, el litro de nafta súper de YPF en la Capital pasará a costar $ 26,50, mientras que la premium trepará a $ 30,74. El gasoil llegará a $ 23,50 y a $ 26,86 en su variedad premium.

En tanto, en Shell la súper se despacha a $ 27,08 el litro y la premium llega a $ 31,48. El diésel, en tanto, vale $ 23,58 y $ 27,66, respectivamente.

El acuerdo entre el ministerio de Energía y las petroleras, que se anunció el 8 de mayo, había estipulado que las compañías no aumentaran los precios hasta julio. En ese momento, la suba que quedaba postergada era del 12%, y se aplicar durante el segundo semestre. Sin embargo, ese convenio quedó anulado y se estableció uno nuevo, reformulado. Los cambios se explican en el “incremento de costos para la industria”, según manifestó el ministerio de Energía en un comunicado.

Entre los factores que llevaron al incremento, la cartera que conduce Juan José Aranguren argumento que se trata del “precio del crudo de referencia internacional Brent, la tasa de cambio y el costo de los biocombustibles”. Con la “tasa de cambio”, el Gobierno encontró un eufemismo para disimular que la devaluación del peso frente al dólar pulverizó el acuerdo firmado hace tres semanas.

Desde hoy, las naftas suben casi un 5% y el gasoil escalará un 4,5%. Allí está incluida una modificación impositiva en el impuesto a los combustibles líquidos y dióxido de carbono. Ese incremento es del 6,7% y fue publicado ayer en el Boletín Oficial. El peso del cambio del tributo sobre los valores a consumidores es del 1,8%.

Las petroleras venían conversando con el ministro Aranguren sobre cómo recomponer el 12% que dejaron de aumentar en mayo. A eso se sumó la devaluación y el encarecimiento del precio del crudo, que es internacional. El viernes por la mañana se pensó que los combustibles aumentarían un 3% todos los meses, entre julio y marzo de 2019. Esa idea habría quedado en estudio.

En julio, habrá otra remarcación en torno al 3%, según anunció Energía. Entre ambas, el importe de los combustibles podría subir cerca de 9% entre junio y julio.

“Los productores de petróleo crudo acompañarán este esfuerzo limitando los precios de la compra-venta de su producción en el mercado interno durante los meses de mayo, junio y julio del corriente año. Dicha limitación será motivo de un acuerdo a suscribir entre las partes”, especificó el ministerio. De esa forma, se trata de resolver una preocupación de los refinadores -los que elaboran combustibles a partir del petróleo crudo- sobre la aplicación de precios internacionales que podrían ser excesivos si los precios continuaban congelados.

YPF, Shell y Pan American Energy suscribieron el acuerdo anterior y son parte de esta reformulación.

El jueves fue un día de contramarchas entre el Gobierno y las petroleras, por la aplicación de un aumento en relación a la modificación al impuesto de transferencia a los combustibles. Las compañías entendieron que ese tributo no estaba vigente durante el viernes, pero desde el Gobierno salieron a aclarar que ya tenían que cobrarlo.

El gasoil se comercializará desde hoy a $ 23,58 y $ 27,66 (premium) en Shell.

“En los próximos dos meses continuaremos monitoreando la evolución del mercado para evaluar la continuidad de este acuerdo, su eventual modificación y/o efectuar las compensaciones que el mismo requiera”, manifestó Energía.

fuente. clarín

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