-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con esos pañuelos descartables, esa piel de oso y la novela de Soriano, “Cuarteles de Invierno”? ¿Acaso me quiere marear?
-Disculpe mi estimado, no me acordé que usted no puede cruzar la calle y masticar chicle al mismo tiempo…
-No se haga el bobina, Eduard, que no le pago el cafecito de hoy.
-Está bien, no se me lo enoje. Una vez que la pared lo orine al perro.
-Bueno, deje de dar tantas vueltas que perro pa´ echarse y largue el chisme político que todos estamos ansiosos.
-En especial usted, mi amigo.
-Vamos por parte, dijo Jack “el destripador”.
-¿Se acuerda que en las últimas semanas le dije que a Germán Alfaro no le queda otra que volver al PJ?
-Cómo olvidarlo.
-¿Y que lo recibirán pero le harán sentir primero el frío de la desconfianza y la indiferencia?
-Claro.
-Parece que no será tan fácil.
-¿Por qué dice eso, Eduard?
-Porque el intendente capitalino lloró en la inauguración de una obra y pidió la unidad.
-¿Y eso qué tiene que ver?
-¿No ve que está agobiado porque se le acaba la beca nacional de Cambiemos?
-Como dice usted: sipi. ¿Por eso son los pañuelos descartables?
-Sipi.
-¿Y la piel de oso?
-Es porque si regresa al PJ le harán justamente el abrazo del oso.
-Eso es tremendo.
-Y más doloroso teniendo en cuenta aquel acto en el que anunció que pelearía por la Gobernación en 2023.
-Tiene razón. ¿Y la novela de Osvaldo Soriano?
-Alfaro reconoció en una entrevista que le realizaron recientemente que si se tiene que volver a la casa, lo hará.
-O sea los “Cuarteles de Invierno”.
-Usted lo dijo.
-Se merece más que un cafecito.
-Que sea un wisky importado sin hielo y con 12 años de añejamiento, como el que me tomé hace una hora a su cuenta.
