Los diputados del PRO y la izquierda desconocen y menosprecian la postura popular en referencia al aborto.

En esta cuarta jornada de debate expusieron médicos, piscólogos y especialistas, a favor y en contra de la propuesta de legalizar la interrupción del embarazo hasta la semana 14. A diferencia de lo que ocurría hasta ahora, en esta cuarta jornada, los presidentes de las comisiones de Legislación General, Daniel Lipovetzky (PRO); de Legislación Penal, Gabriela Burgos (UCR-Jujuy); de Salud, Carmen Polledo (PRO) y de Familia, Alejandra Martínez (UCR-Jujuy) resolvieron intercalar las exposiciones a favor y en contra de la despenalización del aborto.

“Esperemos que sea un buen modelo de funcionamiento y seguir con la línea de mucho respeto y altura que la sociedad espera”, aseguró Lipovetzky, al abrir el plenario de comisiones, oportunidad en la que reiteró que la audiencia se puede desarrollar sin la presencia de la totalidad de legisladores que integran las cuatro comisiones y justificó la ausencia de algunos diputados por la continuidad de la actividad legislativa.

En primer término expuso el neumonólogo Alejandro Videla, que se mostró en contra de la propuesta, consideró “discutible que la legalización del aborto sea el factor más importante para disminuir la mortalidad”.

En cambio, sostuvo que “la calidad de la atención médica a la embarazada, el manejo de la fertilidad, el analfabetismo de la mujer, la prevención de la violencia de género son las oportunidades de intervención para disminuir la mortalidad materna”.

Por su parte, la psicóloga y sanitarista Alicia Stolkiner afirmó que “estamos discutiendo el acceso seguro para garantizar el derecho a la salud” y puso de relieve que “se ha avanzado en que el aborto no sea la principal forma de evitar un embarazo pero sigue siendo una medida de última instancia allí donde no se tuvieron los cuidados necesarios o no fueron posibles”.

La polémica llegó con el obstetra del Hospital Austral, Francisco Turri, quien mostró un video animado de un aborto realizado durante el tercer trimestre en el que se ve en un corte transversal un útero y un feto.

“Miren esa pinza. Es una pinza afilada. Se usa para sujetar las partes del bebé. Y lo extrae. Para sacar la cabeza, la aplasta y la saca a pedazos”, dijo el médico al explicar las imágenes, que causaron indignación de algunos de los diputados presentes que en la sesión preparatoria habían pedido evitar los golpes bajos. Y que prefieren debatir la iniciativa desconociendo la realidad de la misma, solo por pensar desde su superficialidad que es políticamente correcto.

Una de las diputadas que se conmovió fue la radical Brenda Austin, quien a través de Twitter afirmó: “El doctor Turri mostró un video de un aborto en el tercer trimestre de gestación, lo cual no es lo que está en debate en ninguno de los proyectos. Respetar las reglas de discusión es fundamental para que podamos tomar una decisión informada”.

Ante esa situación, que generó un murmullo generalizado en la sala, Lipovetzky aclaró que “hay libertad para que cada expositor traiga el material que crea necesario”, y recordó que “muchas de estas imágenes están en internet. Seamos amplios para dar la posibilidad que cada expositor considere, después cada uno decide” y dio la palabra al siguiente expositor.

Otro de los momentos polémicos fue la llegada al estrado de la médica neonatóloga del Hospital Austral, María Inés Turri, quien mientras hablaba mostró una imagen de Adolf Hitler, para luego decir: “Los proyectos que quieren legalizar el asesinato a bebés hasta cierta semana por problemas físicos son semejantes al asesinato por discapacidad”.

Por su parte, la psicóloga y sanitarista Alicia Stolkiner afirmó que “estamos discutiendo el acceso seguro para garantizar el derecho a la salud” y puso de relieve que “se ha avanzado en que el aborto no sea la principal forma de evitar un embarazo pero sigue siendo una medida de última instancia allí donde no se tuvieron los cuidados necesarios o no fueron posibles”.

A su turno, el médico cirujano, Hugo Esteva (Academia Nacional de Medicina), que acompañó al presidente Mauricio Macri en 2016 en su viaje a Davos, Suiza, sostuvo que “una vez unidos el óvulo y el espermatozoide comienza una vida”, y destacó que “la única forma de cuidar a las mujeres es terminar con la cultura de la promiscuidad y la drogadicción que es causante de la mayoría de los embarazos no queridos”.

En tanto, la endocrinóloga Cecilia Goodall puso de relieve la importancia de la educación sexual, al sostener que la información es “la solución a un embarazo no previsto: podemos actuar antes, podemos educar a nuestros hombres y mujeres con información concreta que le permitan tomar mejores decisiones”.

Al exponer en contra de la despenalización, la hermana Teresa dijo hablar “en nombre de los que no pueden ni saben defenderse, de quiénes no tienen culpa de haber sido engendrados a los que ahora se condena a muerte” y sostuvo que “interrumpir un embarazo es interrumpir una vida”. Advirtió que “legislar el aborto es una pena de muerte”, a la vez que se pronunció a favor de la educación sexual para evitar los abortos.

Leandro Cahn, de la Fundación Huésped, aseguró que “no estamos discutiendo aborto sí o no, sino si desde el Estado se garantiza una práctica segura o si se decide mirar para otro lado”.

La obstetra Carolina Comaleras dijo que el “aborto es una realidad en este país que no se puede negar y ahora mismo muchas mujeres que están gestionando su aborto como pueden”.

Más allá también fue el musicoterapeuta y orientador familiar, Diego Abriola: “Basta de mentiras. El aborto no es ningún derecho humano. Es la matanza de un niño inocente en la primera fase de su desarrollo. Hoy mueren 60 millones de niños inocentes. ¿Hay mayor holocausto?”.

“Esto es una ley que nunca debería haberse debatido, porque la vida no se debate” y en tono enfático dijo: “Me siento conmovido y muy dolido porque este Presidente habilitó un debate indebido. No se debate, señores diputados, qué vida vale y cuál no”.

Fuente

Comments

Comentarios