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La temporada estival en la ciudad balnearia promete igualar los registros de 2022, que alcanzó en los doce meses una cifra récord. El Ente Municipal de Turismo estima que el primer fin de semana completo de 2023 tendrá un 82% de ocupación hotelera: casi un 7% más de plazas reservadas que en enero del año pasado.

 

El pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional indica para Mar del Plata un fin de semana con cielo parcialmente nublado y máximas de 31 grados para el viernes 6 de enero, de 28° para el sábado 7 y de 26° para el domingo 8. El pronóstico de los organismos oficiales del municipio anticipa un fin de semana con ocupación hotelera efectiva por encima del 80 por ciento, lo que significa un número excelente según los estándares históricos de la ciudad balnearia.

Bernardo Martin, presidente del Ente Municipal de Turismo de Mar del Plata, indicó que un 80% de ocupación hotelera es un “muy buen indicador”. Adujo que nunca en la ciudad los porcentajes alcanzaron un lleno completo, un 100% de ocupación, dado el abundante caudal de oferta en hospedajes: se distribuyen en todo el plano marplatense 54 mil plazas hoteleras y 277 mil extrahoteleras -departamentos o alojamientos más informales-.

 

Según un relevamiento del Emtur, las reservas globales para el fin de semana son 38.498 plazas, el equivalente al 77,9 por ciento. El mismo fin de semana de 2022, año récord para la historia de la ciudad en cantidad de visitantes, se había reservado un 6,6% menos que lo registrado este año: apenas un esbozo de que la actual temporada alta puede ser una plataforma sólida para proyectar a 2023 como un año que amenace la línea de los marcas históricas. La revisión también corroboró una oferta de 49.420 plazas, un 3,8% más que la temporada estival de 2022.

Hay una previsión de que el 77,9 por ciento, constatado a través de información suministrada por 190 hoteles, trepe hasta el 82% de ocupación hotelera efectiva para el fin de semana según la tendencia y el índice de reservas de años anteriores.

 

De la cifra ya registrada también se pueden discriminar porcentajes según la categoría del hospedaje. El promedio más alto lo tienen los hoteles cinco estrellas, que alcanzaron una ocupación del 92,1 por ciento. Este indicador sustenta la teoría que repiten con júbilo y asombro las autoridades municipales: la recuperación del público ABC1, el más acomodado de la pirámide social, que en la temporada 2023 consolida una tendencia creciente apalancada también por el reingreso masivo de jóvenes. Son los dos públicos que la ciudad presume de haber iniciado una reconquista solventada por estadísticas.

Al menos, es lo que le contaron a Bernardo Martin desde las cámaras que aglomeran a los boliches, bares y paradores. “Los clubes nocturnos están explotados. Me dijeron que están sorprendidos por la cantidad de jóvenes que vinieron a pasar las fiestas de fin de año y se quedaron”, relata el funcionario.

El resto de los hoteles presenta una ocupación variada en las reservas para el fin de semana del 7 y 8 de enero de 2023. Los cuatro estrella un 68,6 por ciento, los Apart un 64,5, los tres y dos estrella repiten el porcentaje, un 82,5, los hoteles una estrella un 82,7, los gremiales un 75,2, los boutique un 76,1 y los hostels un 55,6.

Martin precisó que si la ocupación hotelera estima que alcance el 82 por ciento, las plazas extrahoteleras de las que se obtiene menor rigor científico porque no hay indicadores de medición que la corroboren se emparentan. Establecen un correlato, una especie de simbiosis entre ambas clases de hospedaje por los registros históricos de la ciudad.

La posta de un after beach en Playa Grande: por la ciudad se registra un elevado número de jóvenesLa posta de un after beach en Playa Grande: por la ciudad se registra un elevado número de jóvenes.

El 80% de ocupación hotelera redunda en el resto de las actividades de la ciudad: funciona como un derrame. Según una encuesta que llegó a las oficinas del Emtur y que abarca apenas tres días del corriente año, el gasto diario por persona -ya sea adulto o niño- es de doce mil pesos: incluye pasajes, alojamiento, gastronomía, consumo cotidiano. Bernardo Martin explicó que es un indicador prematuro dado que englobo pocos días y cualquier flujo brusco puede variar la ecuación. Doce mil pesos es lo que puede costar la cena de una familia de cuatro personas en un restaurante promedio de la ciudad.

“Históricamente -aclara Martin- el aluvión a Mar del Plata llega después de Reyes. Después de que la gente cobra, sale de vacaciones. Ahora están en la ciudad los profesionales y los jóvenes, pero los que vienen después de que lleguen los Reyes Magos son los pequeños comerciantes que esperan que terminen las fecha de venta para tomarse unos días de descanso”. Esa oleada de gente será la que determine el semblante de la temporada estival.

Por el momento se desconoce cuánta gente ingresó a la ciudad en lo que va de 2023. Un paro de Aubasa, la empresa de las autopistas de Buenos Aires, le restringe la información de cuántos autos entraron al territorio marplatense a través de la Autovía 2 y la interbalnearia 11. Esa circulación de autos representa el 40% de los turistas: el porcentaje restante se completa con información que brindan las camineras desde las rutas 226 y 88, la terminal de ómnibus, el aeropuerto internacional Ástor Piazzolla y los trenes argentinos.

Para avizorar el rendimiento de la temporada aún falta. El pálpito de empatar las estadísticas del año pasado se mantiene encendido. Pero para eso también falta. Los 8.853.245 turistas -”el número de arribos anual más alto desde que se tienen registros”- se consiguieron en todo el año gracias a la inyección de las temporadas bajas ya no tan bajas. El diferencial estuvo en los meses “planchados”: el mejor abril de los últimos diez años; el mejor mayo de los últimos siete; el mejor junio desde que se toman registros; el mejor julio de los últimos seis; el mejor agosto de los últimos 14; el mejor septiembre de los últimos siete; el mejor octubre desde que se contabilizan los arribos; el mejor noviembre de los últimos nueve y el mejor diciembre de los últimos siete”. En diciembre, con el fervor del Mundial y las fiestas dentro de los fines de semana, 882.285 turistas arribaron a la ciudad.

"El turista nos acompaña, nos elige y nos reelige porque Mar del Plata se propuso un cambio: presentando una nutrida agenda de eventos y grandes acontecimientos todo el año", dijo el titular de Turismo“El turista nos acompaña, nos elige y nos reelige porque Mar del Plata se propuso un cambio: presentando una nutrida agenda de eventos y grandes acontecimientos todo el año”, dijo el titular de Turismo.

“Estos números demuestran que Mar del Plata es la ciudad más querida y elegida por los argentinos para disfrutar sus días de descanso. Algo debemos estar haciendo bien, porque en un país con la inflación en altísimos niveles y distintos problemas económicos cotidianos, Mar del Plata ha batido en el 2022 todos los récords de arribos históricos en turismo”, expresó Bernardo Martin.

Desde la cartera de turismo de Mar del Plata brindaron los informes de cuántos turistas visitaron la ciudad desde 1992, el primer año en que empezaron a registrar los ingresos de visitantes, hasta la fecha. El crecimiento es evidente y los números, elocuentes. En 1992 fueron 5.737.818, en 1993 llegaron 5.710.545, en 1994 arribaron 5.766.451, en 1995 ingresaron 5.524.671, en 1996 visitaron la ciudad 5.826.828 personas. En 1997 se quebró la barrera de los seis millones: hubo 6.002.039 de visitantes en Mar del Plata y 6.673.122 en 1998.

La curva empieza su declive en simultáneo a la estrepitosa crisis de principios del 2000. En 1999 fueron 6.325.776 los que llegaron a la ciudad. En el año del nuevo siglo, 6.053.886: 500.000 más que en 2001, cuando a Mar del Plata ingresaron 5.506.697 turistas. El 2002 fue el segundo peor año de los que se tenga registro: 5.311.763 de personas visitaron el centro balneario. En 2003 hubo casi cien mil personas más: 6.180.341. En 2004, 6.747.239 y en 2005 los siete millones por primera vez: 7.125.273. La tendencia siguió en alza: 7.721.767 en 2006, 7.973.709 en 2007, 8.041.846 en 2008, 7.989.082 y una leve caída en 2009, 8.187.257 en 2010 y el comienzo de una secuencia por encima de los ocho millones de visitantes que solo la interrumpió la pandemia del covid 19.

En 2020 apenas 3.685.937 personas visitaron Mar del Plata. En 2021, los ingresos repuntaron y alcanzaron registros similares a 2004: 6.644.442. 2022 es el año del récord: 8.853.245. A Mar del Plata, en dos años, volvieron más de cinco millones de turistas.

 

 

fuente infobae

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