Los bloques de construcción son elaborados en la planta de tratamiento de residuos de Tafí Viejo.

El Centro de Interpretación Ambiental y Tecnológico (CIAT) implementa nuevas tecnologías para el procesamiento y reciclaje.

A la separación de 42 tipos diferentes de residuos secos urbanos se suma un nuevo desafío: elaborar materiales de construcción como una alternativa para contribuir con la comunidad y cuidar el medio ambiente.

“Comenzamos con la primera producción de bloques hechos con arena, plástico molido, telgopor y cemento. Ya tenemos 1.200 bloques en la primera semana de elaboración, la idea es hacer un galpón usando nuestros propios bloques”, explicó Pablo Paiz Magli, gerente comercial del CIAT.

La iniciativa también contempla transformar los envases de tetra brik en chapas. El resultado obtenido es un excelente aislante térmico, no se rompe con el granizo y no se oxida.

Reciclar 2 toneladas de tetra brik ahorra el equivalente a una tonelada de petróleo y con reciclar un sólo envase permite ahorrar el equivalente al consumo de un foco de luz durante una hora y media. Sin contar la reducción del volumen en el relleno sanitario y la minimización del impacto ambiental.

Este proyecto es un ejemplo de innovación y colaboración, el cual a través de la economía circular se logra cerrar el ciclo de residuos reciclables en beneficio de la sociedad.

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