Es la que une Rosario con Córdoba. Los conductores explican por qué no quieren pagar y los dejan pasar. Un abogado presentará en la Justicia un petitorio plagado de firmas para que “se suspenda el cobro del peaje hasta que la concesionaria repare la calzada”.

Quienes transitan con frecuencia por la autopista que une a Rosario con Córdoba denuncian desde hace tiempo que uno de los tramos es “intransitable”. Son unos 20 kilómetros donde abundan baches, desniveles y la rotura casi total de la cinta asfáltica. El histórico reclamo dio paso ahora a una “rebelión civil”: muchos conductores se están negando a pagar uno de los dos peajes de la traza. Llegan hasta la cabina, explican el motivo por el que no desean abonar la tarifa y se marchan con la barrera en alto.

Pavimento destruido

En los últimos días, algunos automovilistas grabaron la escena y la viralizaron a través de las redes sociales. La difusión generó un efecto contagio y cada vez son más los usuarios de la autopista que se niegan a pagar el peaje ubicado a la altura de Carcarañá. El tramo más dañado es justamente el que va desde esta ciudad santafesina hasta Roldán, localidad cercana a Rosario.

La desobediencia colectiva ya tiene representación legal. El abogado Luis Rossini, oriundo de Cañada de Gómez, ciudad afectada por esta situación, presentará en la Justicia un petitorio plagado de firmas para que “se suspenda el cobro del peaje hasta que la concesionaria repare la calzada”.

Por el momento, el letrado recomendó no abonar la tarifa al momento de llegar a la cabina. “Se le debe expresar al empleado que la empresa no está cumpliendo con el mantenimiento de la autopista y pedir que se levante la barrera. Esto tiene que ver con el derecho al consumidor, es un contrato entre el concesionario y el usuario”, explicó.

fuente. clarín

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